Héctor Tapia / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Una de las debilidades actuales para enfrentar con políticas públicas específicas el desplazamiento obligado y el fenómeno migratorio es la falta de una base de datos confiable, aspecto que se ha vuelto urgente y que está en vías de elaboración.
Esto lo aseveró Brenda Fraga Gutiérrez, secretaria de Migrante de Michoacán (Semigrante), y remarcó que el último reporte oficial que se tiene en cuanto a desplazamiento forzado, fenómeno que se da principalmente por la violencia que se vive en algunas zonas del estado, es que del 2018 al 2019 se desplazaron 10 mil michoacanos de sus lugares de origen.
En el marco del Foro Mujeres en Migración, la secretaria dijo que en los últimos años se ha visto un incremento en la migración de mujeres, esto bajo el contexto de que buscan alternativas para mejorar sus condiciones de vida, frente a la precariedad y pobreza que les toca enfrentar en sus comunidades de origen.
Fue aquí cuando remarcó que una de las debilidades que enfrenta el área que recibió hace cinco meses, al inicio del gobierno, es que no se cuenta con una base de datos con información fiable, pese a que la misma ley lo exige. Esta base de datos debe precisar cuántos hombres y mujeres migran, dónde están, de qué comunidades salieron, y a partir de esto también aterrizar políticas públicas específicas.
En entrevista dijo que la referencia que se tiene actualmente es que de cada 10 que migran, cuatro son mujeres, y que las causas principales es la falta de oportunidades, falta de empleo y pobreza extrema que viven en algunas comunidades, por eso es que la migración se sigue mirando como una alternativa para quienes están en estas circunstancias.
Brenda Fraga dijo que la tarea que tiene el estado es la de observar estas causas, disminuirlas, “para que la migración no se convierta en la única opción que tengan, sino entre una de las alternativas que tienen para poder desarrollar su plan de vida”.
En el caso particular de las circunstancias que enfrentan las mujeres en la migración, que son distintas a las que enfrentan los hombres, es que se suman violencias en su contra, aspecto que se tiene también que visibilizar.
Para hacer frente a esto, explicó, se está elaborando un plan integral, y para ello se sostiene diálogo con las familias que tuvieron que dejar sus comunidades de origen.
Los desplazamientos, refirió, son también producto del abandono de 30 y 40 años que ha profundizado la pobreza en algunas zonas de Michoacán “y es una herencia que se tiene que afrontar”.