Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El trabajo de Alejandro Moreno Cárdenas como dirigente nacional del PRI no es muy diferente a la de otros dirigente, por lo menos no los de los últimos 10 años; sin embargo, a diferencia de sus antecesores, es el único que se ha mantenido al frente del partido.
Alejandro Moreno enfrenta acusaciones de corrupción ocurridas durante su gubernatura en Campeche y señalamientos al interior del partido tricolor, con solicitudes para que renuncie.
Según información de Sin Embargo, las presiones del priista no distan de las que tuvo Humberto Moreira, cuando en 2011 se vio obligado a renunciar a la dirigencia del partido ante acusaciones de malversación de recursos durante su gobierno en Coahuila; incluso, fue detenido en 2016 por ese motivo.
Ese mismo año, haber perdido siete estados en una elección llevó a Manlio Fabio Beltrones dejar el cargo de dirigente, y un motivo mayor, en este caso perder las elecciones presidenciales de 2018, obligaron a Enrique Ochoa Reza dejar la dirigencia.
En dos años al frente del PRI, Moreno Cárdenas “ha cargado a cuestas cada una de estas situaciones, pero él se ha aferrado al cargo. Ha minimizado los señalamientos de presunta corrupción”, refiere el diario.
En esos dos años, el PRI de ‘Alito’, como se le conoce, ha perdido nueve gubernaturas, y en 2023 se renovarán dos de ellas.
Hoy, el PRI es la tercera fuerza política en el Congreso de la Unión, pero más importante aún, dice el diario, Alejandro Moreno ha puesto su el futuro del tricolor “en manos del PAN, que nació para hacerle frente”.
Con información de Sin Embargo
