Por José Irán Moreno Santos
Si la oposición partidaria y las organizaciones sociales y civiles impulsan un Gobierno de Coalición están repitiendo una vez más los malos gobiernos que hemos tenido en el país y que hoy también se ejerce desde Palacio Nacional. Un gobierno con estas características no profundiza la democracia; no habrá transformación y menos cambio real en el país.
La opción, salida, alternativa y viabilidad para el futuro de México es una Coalición de Gobierno.
Para la conformación de este modelo, los partidos políticos deben con claridad definir a qué espectro político pertenecen: ultraizquierda, centroizquierda, centroderecha, demócrata-cristianos y derecha.
Cada actor tendría la responsabilidad de mostrar sus valores, principios y políticas a impulsar. Todos bajo el marco de la democracia y con participación activa de sus militantes, simpatizantes o adherentes y todos con el compromiso de promover la democracia en todos los ámbitos de la vida política, económica, social y cultural.
Ya con esta claridad los partidos se disputarán democrática e internamente las direcciones de sus partidos y sus candidaturas a puestos de elección popular desde Presidente de la República hasta Presidente Municipal entre sus militantes, adherentes, socios y militantes.
Por lo tanto, los partidos cambian la lucha estéril por el poder, por la lucha de representación social en función de sus programas y políticas a impulsar y con ello buscar obtener la mayoría en los congresos, en los cabildos, en los municipios y en el Gabinete de quien presida la Presidencia de la República.
La obtención del gobierno y su gobernanza estará en función de conformar una Coalición de Gobierno partiendo de los resultados electorales, posteriormente por las coincidencias programáticas y finalmente formar parte del gobierno en las carteras donde su programa partidario pueda desarrollarse plenamente.
Para que suceda lo anterior México debe cambiar su régimen presidencial por uno parlamentario o semi parlamentario.
Los partidos deben ir solos en las elecciones, el modelo de representación electoral parlamentario debe ser sustituido por representación proporcional y suprimir el modelo de Diputados de mayoría. Lo que implicaría una profunda Reforma del Estado.
En una Coalición de Gobierno el debate, la negociación, las políticas y las reformas estarían siempre a debate entre los socios de gobierno y juntos impulsarlas. Las instituciones del gobierno representarían al Estado – nación.
Ello implica una nueva Constitución con perspectiva de futuro.
La diferencia entre Gobierno de Coalición vs. Coalición de Gobierno es programática entre los socios de gobierno y democracia activa. Es cambiar el presidencialismo por un sistema parlamentario, modificar la representación electoral parlamentaria y una clara definición democrática e ideológica de los partidos políticos y profundización de la democracia en todos los ámbitos de la sociedad.
Esta versión de un México diferente es difícil de visualizar, está muy enraizado el presidencialismo vertical dónde quien gana las elecciones gana todo, impone sus ideas y propuestas, no hay rumbo, solo hay buenas intenciones y se gobierna sin programa. El legislativo sin mayoría obstaculiza porque no hay razones programáticas que compartan y el canje, chantaje y la corrupción son las formas de convencer a otros legisladores.
Un legislativo con mayoría impone y así gobierno, tras gobierno, tras gobierno y esto debe acabar.
No es sumar por sumar, no es solo mezclar por mezclar, solo porque el gobierno en turno no gusta, debemos crear mecanismo para cambiar gobierno y convocar a nuevas elecciones y construir nueva mayoría para una Coalición de Gobierno.
Regresamos al pasado – presente o construimos para el futuro.
Las opiniones emitidas por los colaboradores de Metapolítica son responsabilidad de quien las escribe y no representan una posición editorial de este medio.
