Por Rodrigo Caballero
Jacona.- Decenas de familiares de personas desaparecidas se dieron cita en el Santuario de la Virgen de la Esperanza en el centro de Jacona para una misa en memoria de los cientos de desaparecidos que hay en la región Lerma-Chapala del estado de Michoacán.
Al terminar la misa, un contingente salió a las calles para marchar a lo largo de los seis kilómetros que van desde el centro de Jacona hasta el centro de Zamora, donde las víctimas indirectas de desaparición forzada alzaron la voz por los desaparecidos.
“Creo que como muchos que estamos aquí nos cansamos de estar callados, así que salimos a exigir que nuestros seres queridos regresen, como sea que regresen, porque no podemos seguir en la incertidumbre”, aseguró Verónica Méndez Caudillo del colectivo Familiares en tu Búsqueda Michoacán.
Verónica sufrió la desaparición de su hija, Esthefani Álvarez Méndez, el 23 de diciembre de 2021 en la ciudad de Zamora, lo que la hizo integrarse a la exigencia pública de la aparición de todos los desaparecidos y ser una de las organizadoras de la marcha.
Por primera vez, los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas de los municipios de la región Lerma-Chapala salieron a marchar para exigir la aparición con vida de sus seres queridos.
Con motivo del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, el pasado martes 30 de agosto de 2022 los familiares cruzaron las ciudades de Jacona y Zamora pidiendo a gritos el regreso de sus desaparecidos.
A lo largo de la avenida Francisco I. Madero que une a los dos municipios, los integrantes de la marcha gritaron los nombres de cientos de desaparecidos de la región, además de consignas exigiendo a las autoridades que hagan su trabajo.
“Queremos sensibilizar a las personas ya que nadie estamos exentos de sufrir una situación así y prevenir que no haya más familias viviendo esta desgracia”, dijo Verónica, quien es una de las miles de madres mexicanas buscadoras.
Esta marcha fue convocada ante la inacción de las autoridades estatales, municipales y federales, a quienes acusaron de omisiones como no tener protocolos de búsqueda, revictimización y maltrato durante los procesos judiciales.
“La última vez que acudí a la fiscalía me tacharon de loca, incluso me dieron una ficha para el DIF diciéndome que fuera al psicólogo, nos tratan como si estuviéramos mal de la cabeza sólo porque exigimos que nos regresen a nuestros familiares”, aseguró Verónica.
Algunos automovilistas apoyaron la causa pitando durante el recorrido y cientos de personas dejaron sus puestos de trabajo para ver pasar la marcha, que por primera vez rompe el silencio en una región azotada por la violencia desde hace una década.
“Algún día nos van a agradecer lo que estamos haciendo por ustedes, porque estamos levantando la voz por todos, no sólo por nuestros hijos”, dijo Verónica, quien agregó que no están buscando culpables solamente quieren saber el paradero de sus familiares.
De manera extraoficial, con el apoyo de colectivos y académicos se han registrado más de 113 desapariciones desde 2016 en los municipios de la región Lerma-Chapala como son Tangancícuaro, Zamora, Jacona, Chavinda, Tlazazalca, Sahuayo y Jiquilpan, algunas de las cuales no fueron denunciadas ante autoridades por amenazas del crimen organizado.
La mayoría de las desapariciones en la región ocurrieron desde 2020 y muchas de ellas fueron personas que circulaban entre la frontera de Michoacán y Jalisco, donde las carreteras que conectan ambos estados son conocidas como el Corredor de la Muerte.
Sin embargo, nadie conoce realmente la cantidad de personas que han desaparecido debido a que muchas familias no denuncian sus casos ante el miedo a represalias, incluso en la misma marcha algunas personas nunca acudieron a la fiscalía por amenazas directas.