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#ENTRELÍNEAS // Primer Informe de Ramírez Bedolla: avances, retos y riesgos

Por Héctor Tapia

Han sido varios los avances, y no menores, en este primer año de gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla, pero también hay varios retos igual de importantes que necesitan ser atajados, o cuando menos se debe dar respuesta.

Este primer informe, que se llevará a cabo el 24 de septiembre, servirá necesariamente para poner en contexto no sólo las circunstancias en que se encuentra la administración pública estatal, sino servirá también como ejercicio para hacer memoria de cómo es que se recibió, y en función de estos dos aspectos dimensionar lo poco o mucho que se ha emprendido en el primer año.

Primero, no hay que olvidar que como tal no hubo un proceso de entrega recepción de la administración estatal. El anterior gobierno que encabezó Silvano Aureoles Conejo, so pretexto de la judicialización en tribunales federales que hubo del proceso electivo del nuevo gobierno estatal, esperó hasta el último minuto para dejar el cargo y no entregar, como establece la norma, 45 días antes del relevo, la situación que guardaba la administración estatal, con todo lo que implica.

Para ese momento, al 1 de octubre, que fue cuando Alfredo Ramírez Bedolla asumió constitucionalmente el encargo de la gubernatura y rindió protesta, una vez desahogada la judicialización del proceso, donde finalmente se le reconoció el triunfo obtenido en las urnas, Michoacán se encontraba prácticamente “incendiado”, por decirlo de alguna forma.

A esa fecha se debían cinco quincenas al magisterio michoacano, que tenían incluso tomadas las vías férreas, bloqueada por ello la actividad logística y económica derivada de ella. Pero no sólo se debían salarios al magisterio, también se le debían salarios al personal del Poder Legislativo y al Poder Judicial, de la misma forma se tenían diversos pendientes económicos.

Esto reflejaba en parte el desaseo económico y los problemas financieros que venía enfrentando ya el estado.

En materia de seguridad también se tenían varios focos rojos, por enfrentamientos entre grupos delincuenciales, en diversos puntos de la geografía michoacana.

Aunado a esto, y aunque se era un secreto a voces, una vez que se recibió la administración estatal se pudo ir encontrando una serie de elementos relativos a desvíos de recursos, contratos amañados, favoritismos y compadrazgos en contratos gubernamentales, e irregularidades diversas, todos estos poco a poco se fueron documentando y denunciando semana tras semana, para ir dimensionando el boquete financiero que se heredó a la actual administración.

Destacan multimillonarias irregularidades en el sistema de seguridad y monitoreo del C5i; en la construcción de los cuarteles regionales de seguridad: la irregular contratación de un software a costos exorbitantes para espionaje; inexplicables adelantos multimillonarios para las obras de los distribuidores viales de Morelia.

Un sistema educativo, también, tanto en educación básica como en educación media, con diversas observaciones en el manejo, anidando prácticas de corrupción de las cuales todavía se viven las consecuencias.

Todos estos puntos son sólo unos cuantos ejemplos, quizás los más sonados y evidentes, de lo que se heredó, con las complejidades de gobernabilidad provocadas por estos faltantes.

Pese a ello, casi de manera inmediata se liberaron, tras tres meses, las vías férreas; se consiguieron recursos extraordinarios para pagar al magisterio michoacano todos los pendientes en salario y prestaciones; también se puso al corriente el pago de pendientes a los otros dos poderes y organismos públicos desconcentrados, partidos políticos. Todos también venían de un proceso de asfixia financiera por esa falta de liquidez.

De manera adicional, en el transcurso de este año se destrabó casi de manera inmediata el problema que pudo alcanzar proporciones catastróficas: el de la suspensión de la compra de aguacate Michoacano por Estados Unidos, producto de temas de inseguridad.

En este primer año, en lo que se refiere a la violencia homicida, hay que referirlo, si bien los primeros meses del gobierno actual continuó su inercia de incremento permanente, que venía desde 2015, en los últimos cuatro o cinco meses han reflejado un comportamiento a la baja, el cual, visto en perspectiva, resulta histórico, porque por más de seis años, quizá más, no se había observado.

Se creó el Fondo del Fortapaz, con lo que ahora sí todos los municipios tienen la posibilidad de acceder a recursos para fortalecimiento en su seguridad municipal, así como también se extiende a las guardias comunitarias legalmente constituidas; sin contar con que el Faiespum también, de manera histórica, alcanzó un presupuesto superior a los mil millones de pesos, y que a mitad del año se habían etiquetado y ejercido casi el 99% de los recursos contemplados en obras de servicios e infraestructura municipal.

Aun con todos estos avances, los retos y riesgos siguen latentes.

En materia de seguridad no se puede bajar la guardia, es una tarea permanente y los avances que pudiera haber ahora, al ser este un tema tan inestable y complejo, en cualquier momento podría de nueva cuenta rebrotar.

Otro de los aspectos que derivan en un reto que debería preocupar es el financiero, porque para el siguiente ejercicio fiscal no habrá un reemplacamiento que acerque recursos frescos al estado para inversión.

También está la federalización de la nómina educativa, la cual no se ve con claridad si se logrará conseguir para el siguiente ejercicio fiscal; no se sabe bien qué tanto respaldará la federación a Michoacán en este tema.

Otro reto importante es la consolidación de promesas de inversión que se han venido refiriendo, y potenciar las vocaciones de las distintas regiones, como la de Lázaro Cárdenas, para impulsar la generación de empleos, que sigue prevaleciendo la informalidad.

También es hacer una realidad el Gobierno Digital y la mejora de los procesos administrativos para tapar fugas de recursos. Con ello también debe tenerse claridad las áreas que todavía podrían ser sujetas a reingeniería y revisar el aparato burocrático para ver qué está fallando y qué puede mejorarse. ¿Habrá otras áreas de las cuales se pueda hacer economías?

Sin embargo, con todos estos retos, hay uno que tiene que ver mucho con la percepción y es el de dar resultados en el combate a la corrupción, y que las denuncias que se supone se interpusieron contra actores de la administración pasada comiencen a rendir frutos, y aunque se sabe que no está en manos de la actual administración la procuración e impartición de justicia, sí está la correcta integración de las carpetas de las denuncias.

Si no hay resultados o avances claros sobre esto último, en el ambiente se seguirá alimentando la percepción de que no se castigarán a los responsables de los boquetes y desfalcos recientes al estado, como ha sucedido con los de anteriores gobiernos.

Si bien, considero, hubo avances, los retos por venir tampoco son menores, y requieren toda la atención no sólo de parte del gobernador, sino también de quienes forman parte de su equipo de trabajo.

Héctor Tapia. Director General de Metapolítica.mx, reportero en Medios Radiofónicos de Michoacán, analista político en Canal 6 Media Group y titular del noticiario “A Las 2” del SMRTV.

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