Por Héctor Tapia
Este fin de semana, Morena finiquitó su proceso de renovación interna a nivel nacional, y en esta ruta los gobernadores emanados de ese partido político adquirieron mayor peso y relevancia frente a las decisiones políticas que están por venir para el proceso de sucesión presidencial de cara al proceso 2024.
Entre estos, quien logró obtener un importante peso dentro de Morena nacional fue el gobernador michoacano Alfredo Ramírez Bedolla, quien colocó a 10, entre ellos él, como consejeros nacionales del partido.
A manera de contexto, fueron 200 consejeros nacionales electos por los congresistas nacionales, 100 hombres y 100 mujeres; de estos resultaron electos cuatro consejeros nacionales de entre perfiles michoacanos, tres plenamente ligados al mandatario michoacano: Giulianna Bugarini Torres; Nalleli Julieta Pedraza Huerta y Jesús Mora González; mientras que el cuarto, Leonel Godoy Rangel, decidió dar la espalda a Raúl Morón, y se sumó a Alfredo Ramírez Bedolla en sus propuestas.
Los otros tres consejeros nacionales que se suman al organismo de dirección política del partido son Juan Pablo Celis Silva, presidente de Morena Michoacán; Janeth Márquez capis, secretaria general, y María Guadalupe barajas Navarro, secretaria de Organización.
Tanto el gobernador Ramírez Bedolla como los representantes del partido en Michoacán, entraron como consejeros nacionales a partir de la reforma a los estatutos que se dieron también este fin de semana.
Por si fuera poco, no sólo alcanzó estas posiciones en el Consejo Político Nacional, sino también, producto de las negociaciones internas en el partido, logró la cartera de la Secretaría de Mexicanos en el Exterior, que pasó a su allegada Nalleli Julieta Pedraza Huerta, quien hasta hace una semana era la titular del Icatmi en su gabinete de gobierno, cargo al que renunció con anticipación dado que estaba propuesta para formar parte del Comité Ejecutivo Nacional.
Asimismo, se agregaron posiciones al Consejo Político Nacional a partir de incluir las llamadas acciones afirmativas, y en este terreno se incluyeron como consejeros nacionales a los michoacanos, que fueron insaculados: Graciela Redondo Molina, por diversidad, y a Jessica Cornejo Cruz, por el rubro de discapacidad.
Además, se permitió que otras figuras honoríficas y que han ayudado a la construcción de Morena se sumaran también como consejeros directos, por su trayectoria, entre los que destacan Elena Poniatowska, Epigmenio Ibarra, Bernardo Batiz, Jesusa Rodríguez, Paco Ignacio Taibo, entre otros militantes que ayudaron a fundar el partido.
Una vez culminada esta fase de renovación interna, faltan varios aspectos que tendrán que también que esperarse, una de ellas son los resultados de las inconformidades de diversos grupos de morenitas a nivel nacional sobre el proceso interno; y dos, el proceso de organización que tendrá que irse dibujando frente a varios compromisos importantes, un par ya inmediatos, que son las elecciones en Coahuila y Estado de México, donde, para como están las cosas, a la oposición se les ha venido complicando la competitividad en fechas recientes tras las fracciones entre sus integrantes, por las posiciones asumidas por el PRI, lo que deja a Morena con amplísimas posibilidades de levantarse con el triunfo electoral en ambas entidades federativas, y lo otro es el compromiso de la sucesión presidencial, en el 2024, donde el principal reto de Morena es lograr salir unidos ante lo que será la definición del candidato o candidata que habrán de impulsar.
Ante estos retos, este nuevo Consejo Político Nacional y también el recién integrado Comité Ejecutivo Nacional de Morena, tienen muchos retos qué enfrentar. Cada uno de estos tenemos que ir observando cómo se comportan a partir de ahora.