Por Héctor Tapia
En las vísperas de cumplir su primer año como coordinador de Movimiento Ciudadano en Michoacán, Antonio Carreño Sosa ha entrado en la fase más complicada de su gestión como dirigente del partido naranja.
Su inactividad e inoperancia política, la falta de resultados y factores externos, podrían llevar a que sea removido de la coordinación.
Esto ha abierto un abanico de posibilidades frente a esta coyuntura, la cual sabe perfectamente el todavía líder de facto de Movimiento Ciudadano Michoacán, Luis Manuel Antúnez Oviedo.
Una de estas posibilidades, para buscar que factores externos, actores políticos provenientes de otras fuerzas se apropien del partido naranja, es que Antúnez Oviedo vuelva a recurrir al mecanismo del nombramiento o designación de la “Delegación Nacional”, que ya ha ocupado en anteriores ocasiones, para hacer frente a los vacíos de poder derivados de la salida de anteriores dirigentes (Daniel Moncada y Javier Paredes), quienes salieron del partido producto no sólo de diferencias, sino de evidentes rupturas.
Sin embargo, para esto requiere el respaldo del senador Dante Delgado, el líder de este partido a nivel nacional, y quien actualmente no está tan conforme con el manejo que se ha dado a Movimiento Ciudadano en Michoacán. Por lo que en esta ocasión podría no respaldar el nombramiento de Luis Manuel Antúnez como delegado nacional del partido para Michoacán.
Se conoce que es una realidad que hay actores externos como Carlos Herrera, excandidato al Gobierno de Michoacán por el PRD-PAN-PRI, que buscan “apoderarse” de la marca con la promesa de hacer crecer en votos y presencia a Movimiento Ciudadano en la entidad, a partir de los raquíticos resultados obtenidos por este en contiendas pasadas.
Esto ha endulzado el oído a Dante Delgado, sobre todo de cara al proceso electoral de 2024, al cual el partido naranja ha sostenido su intención de ir solo a la contienda, donde más allá de ganar (que dependerá de otros factores adicionales) buscan ganar la mayor cantidad de espacios posibles y hacer crecer la marca en todo el país, incluyendo la entidad.
De cómo le vaya a Movimiento Ciudadano en la contienda presidencial dependerá de las rupturas que pudiera sufrir Morena, en función de cómo acepten o no las llamadas “corcholatas” los resultados de la encuesta ya anunciada. Si Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal no aceptaran resultados adversos, en Movimiento Ciudadano les tienen la puerta abierta, más al canciller, con quien se sabe hay una buena relación.
Ese es el proyecto nacional. Movimiento Ciudadano es una marca en crecimiento que en Michoacán ha encontrado un lastre. Es por eso que no sólo Antonio Carreño está en la cuerda floja, sino también el mismo Luis Manuel Antúnez Oviedo.