Por Héctor Tapia
Si las muertes por accidentes que se han registrado en la autopista Siglo XXI no bastan para acelerar el proceso de ampliación de dicha autopista, debería hacerlo entonces la proyección de crecimiento de carga contenerizada que se tiene sobre esa vialidad.
De manera tajante, en este año, al cierre, se prevé que haya un incremento de más del 20% en el flujo de carga que se mueve por contenedores desde el puerto michoacano.
Esta cifra es sin contar el movimiento de autos que llegan al puerto y se distribuyen a otros puntos del país, que también ha mostrado un paulatino y constante incremento.
Tan sólo en lo que se refiere a la carga contenerizada, para julio de este año, el 82% de la misma se movilizó por medio del autotransporte, es decir tráileres y madrinas, doble remolques, y demás, y el restante por medio del ferrocarril.
Insisto, estas cifras son sin tomar en cuenta el movimiento de otro tipo de cargas como la automotriz, que también se moviliza principalmente por vehículos automotores.
Es decir, si de por sí la proporción de carga que se mueve por la autopista Siglo XXI es abrumadora, con el incremento que se proyecta tan solo al cierre de este año, la movilidad de carga por la autopista se incrementará de manera aplastante, con todo lo que implica.
No hay que confundir, a la economía nacional, principalmente, más que a la estatal, el crecimiento del puerto michoacano para el manejo de carga, es una noticia que refleja que la economía avanza, y que encuentran en Lázaro Cárdenas una ruta económica y ágil en tiempos para hacer llegar sus mercancías de Asía hacia Estados Unidos.
Pero esto debe ir aparejado, no sólo de mejora de infraestructura para el municipio portuario, o porteño, sino, como ahora se ve, también en la mejora de la conectividad carretera, porque es por donde principalmente se mueve la carga que sale del puerto michoacano.
Tras el fatal accidente que se registró hace varias semanas en dicha autopista, donde perdieron la vida 7 personas, tan sólo en uno de ellos, porque los incidentes ahí son permanentes, constantes, la discusión sobre la ampliación de la Siglo XXI se reavivó.
El punto es que pareciera que no se toma tan en serio esta exigencia de los ciudadanos que viajan de manera permanente de Morelia, y sus puntos intermedios, hacia Lázaro Cárdenas, y a la inversa.
La dimensión pareciera que se da en función del flujo vehicular que se tenía hace algunos años, pero no de cara a la proyección que se tiene hacia adelante.
Insisto, se proyecta cerrar tan sólo este año con un incremento superior al 20% en carga, sólo contenerizada, a través del puerto, y más del 80% de esta se mueve por la autopista. Por supuesto que esto incrementará poco menos de una quinta parte los riesgos que ya se viven al manejar por esa vía.
En verdad ¿se está tomando en serio esta ampliación?, ya no por el estado, que sale a contener la crítica social permanente ante este tema, sino por la federación, que tiene años, desde hace varias administraciones, con esta promesa inconclusa.
Las urgencias son visibles, no así la atención que -se dice- pretenden darle.
