Por Mario Ensástiga Santiago
Por suerte en días pasados tuve la fortuna de ser invitado por unos amigos de larga trayectoria municipalista a participar en la instrumentación de 3 foros ciudadanos de consulta para elaborar el diagnóstico del Plan Integral de San Quintín, Baja California a 25 años.
Invitación que me remonto 27 años atrás, cuando gracias a la invitación del Colegio de la Frontera Norte (COLEF) para participar el 14 de septiembre de 1995 en el Foro “Problemas Contemporáneas de los Municipios en México”, en el marco de las actividades del inicio del nuevo municipio de Baja California Norte (como se le conocía en aquellos años), me refiero a Playas Rosarito.
Ahora me veo involucrado de nueva cuenta en el nacimiento de un nuevo municipio en aquella entidad tan lejana del centro del país, de nuestra entidad michoacana y del progreso necesario para el bienestar de la nueva y creciente población, notablemente procedente de las comunidades originarias del sureste mexicano, principalmente de Oaxaca, proceso por demás interesante, complejo y esperanzador.
Confirmo mis simpatías con la visión y estrategia del gobierno de la 4T de desarrollar prioritariamente el sureste mexicano, con las obras de infraestructura de gran calado, encaminadas a dinamizar la economía en busca de un mejor presente y futuro para quienes se ven obligados y obligadas hasta en familia completa a migrar a los Estados Unidos y otras ciudades del país y municipios, como San Quintín, Baja California.
El logro ciudadano de haber creado el sexto y penúltimo municipio de Baja California, ya que el séptimo y último es San Felipe, eso hace que en México tengamos actualmente 2469 municipios y 16 alcaldías en la CDMX. El municipio de San Quintín es resultado del sueño, necesidad y lucha de los pobladores de varias décadas, territorios bastos y agrestes, semidesérticos y de hermosas playas aguamarinas, que vive un pujante crecimiento y desarrollo agroindustrial de las berries-frutillas rojas (fresas, arándanos, frambuesas etc.), tomates, hortalizas, la siembra de berries ha convertido a Baja California en la segunda entidad productora a nivel nacional, gracias a la agresiva y novedosa desalinización del agua de mar.
La creciente población migratoria, ha generado numerosos asentamientos humanos irregulares, sin los servicios básicos, agua, drenaje, drenaje, luz, pavimentación, seguridad etc., configurando una rápidad y anárquica expansión urbana, población que en conjunto es un abanico cultural tan abigarrado, tan diverso que arroja serias dificultades para la cohesión social, territorial, vida comunitaria y desde luego la participación en los asuntos públicos del municipio y la región.
Las delegaciones como se llaman las circunscripciones territoriales en las que están divididos los municipios bajacalifornianos, son poblaciones lineales y paralelas de unas cuantas calles y manzanas a lo largo de la carretera transpeninsular que va de los Cabos del sur de la entidad hasta la fronteriza Tijuana, que de acuerdo a los últimos censos del INEGI es el municipio más poblado del país; carretera libre de cacetas, de un arrollo vehicular limitado que hace que los transportes de carga pesada como los trailers y autobuses de pasajeros, pasen de ida y vuelta literalmente a unos cuantos centímetros de separación, simplemente por mencionar los avatares de la movilidad de la región, de Tijuana a San Quintín se hacen alrededor de 6 horas en autobuses que en algunos casos no cuentan con baño.
La organización, desarrollo y conducción de los Foros Ciudadanos, corrió a cargo del personal y metodología propuesta por la consultoría de 2 organismos, uno nacional y otro internacional con experiencia en planeación del desarrollo; los temas de los foros fueron: I. Espacio físico sustentable; II. Competitividad para prosperar y III. Desarrollo social y gubernamental; éstas 3 grandes temáticas comprendieron 15 subtemas, su duda una visión amplia y global de los temas y subtemas más urgentes y necesarios a diagnosticar y atacar la disminución de los indicadores de desarrollo humano.
Las condiciones objetivas en verdad son serias limitaciones de conectividad y movilidad, son un verdadero obstáculo para el Concejo Fundacional Municipal de San Quintín, de una buena difusión y comunicación de un exitosa convocatoria a la consulta de foros ciudadanos; es necesario picar mucha piedra de diálogo con los lideres de las diferentes organizaciones de la sociedad e impulsar acciones pedagógicas de capacitación y sensibilización ciudadana.
La nueva población indígena de San Quintín pasa por un complicado proceso de ruptura cultural para adaptarse a las nuevas circunstancias tan distantes a los territorios que los vieron nacer, de paisajes, animales, comida, clima, familia y amistades, la convocatoria y asistencia a estos eventos consultivos y socialización de los problemas y las tareas por hacer, es una empresa nada fácil, sin embargo y ciertamente con algunas dificultades en el primer foro, la convocatoria mejoro en el segundo y en el tercero fue bastante satisfactorio.
El resultado final es bueno, la participación e interés de la población arroja con mayor precisión y ponderación las prioridades entre tantas problemáticas y rezagos, el diagnóstico por demás conocido en lo general hoy cuenta con una validación social y política, para que sobre la base de los resultados obtenidos los técnicos procesen lo más fiel y auténticamente posible el diagnóstico gubernamental, económico, social, ambiental y político gubernamental, de lo que será en los próximos meses el Plan Integral de San Quintín al 2047.
Esta experiencia de reconocer y proyectar integralmente al futuro el nuevo municipio de San Quintín, es al mismo tiempo abordar el crecimiento y desarrollo, de la población, del territorio y del nuevo gobierno municipal en el 2024, en el que se elegirá por primera vez el ayuntamiento; en efecto hay muchas carencia, retos y desafíos, pero como dice la máxima que una vez leí por ahí “no hay territorios sin futuro, lo que hay son territorios sin proyecto”, en fin lo menos que se puede desear el bienestar y larga vida al infante municipio de San Quintín, Baja California.
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