“La corrupción es un mal inherente a todo gobierno
que no obedece a la opinión pública”
—El Estado Omnipotente, Ludwig von Mises
Por Rosmi Bonilla
Como cada año, Transparencia Internacional nos ofrece su Índice de Percepción de la Corrupción, análisis en el que, desde 2019, nos mantenemos una calificación de 31 de 100 puntos.
Es importante resaltar que no se trata de un estudio sobre la incidencia de actos de corrupción, sino de la apreciación que tienen la academia, los expertos, las personas de negocios y la población en general sobre su incidencia.
Como nota al margen: hasta donde sé, no existe un análisis sobre la incidencia de la corrupción y creo que se debe a que, por tratarse de actos recientemente clasificados como delitos y de los cuales poco se denuncia y menos se sanciona, no hay cifras al respecto.
En la edición que representa la percepción de la corrupción en México durante el 2022; el instrumento arroja datos interesantes y recomendaciones que, sin duda, deben tomarse muy en cuenta si se pretende ir combatiendo este lastre.
En general, el reporte señala que, en los 180 países que califica, es necesario promover la separación de poderes y fortalecer a las instituciones de control de poder (en el caso de México, se trata de fortalecer a los organismos autónomos); fortalecer el acceso a la información; promover la participación abierta en las decisiones públicas y disminuir el lobbying y la influencia de intereses particulares, así como disminuir las prácticas de corrupción desde las empresas trasnacionales.
En el caso concreto de nuestro país, el documento señala que, luego de la creación de los Sistemas Anticorrupción, es necesario consolidar la colaboración interinstitucional y potenciar las acciones conjuntas de los Sistemas.
Además, “México debe dar garantías a quienes investigan la corrupción de que no recibirán represalias o que serán amedrentados” toda vez que la mayoría de los denunciantes no son ciudadanos de a pie, sino colaboradores o subalternos de quienes están cometiendo los actos de corrupción (whistleblowers).
Sin embargo, el análisis hace especial hincapié en tres aspectos: la necesidad de que se repare el daño hecho a las arcas públicas, es decir, que se recuperen los recursos desviados; que se sancionen los hechos de corrupción pues “mientras que otros países sancionan la corrupción ocurrida en México, las autoridades locales no avanzan en estos temas”; y que el combate a la corrupción se deslinde de cuestiones políticas y electorales. ¡Menudos retos!
Para finalizar, el Índice de Percepción de la Corrupción en México indica que la población considera a éste como uno de los principales problemas públicos; sin embargo, los pocos avances en el combate a la corrupción y la permanencia de la impunidad, mantienen al país en la posición 138 de 180 naciones; sigue siendo el peor evaluado entre los integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y ocupa la última posición entre los países que integran el G20 junto con Rusia.
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