Gustavo R. Gallardo / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no entregará la presidencia de la Alianza del Pacífico al Gobierno de Perú encabezado por Dina Boluarte, argumentando que se trata de un gobierno espurio y que hacerlo sería como legitimar el golpe de Estado con el que se destituyó a Pedro Castillo.
En conferencia de prensa matutina desde el estado de Sonora, el mandatario dijo que instruirá al canciller Marcelo Ebrard para que consulte con el Grupo de Río cómo entregar la presidencia sin su presencia, “porque yo no quiero entregar a un gobierno que considero espurio”.
“Que decidan los miembros de Grupo de Río”, dijo López Obrador, porque “no quiero legitimar un golpe de Estado”.
“No lo podemos hacer, eso es contrario a las libertades, es contrario a los derechos humanos y es antidemocrático, con nosotros no cuentas en eso”, añadió.
El presidente López Obrador dijo que cuando correspondía pasar la batuta de la Alianza del Pacífico, en el Congreso peruano le impidió a Pedro Castillo “no le permitieron salir” del país.
“Luego nosotros íbamos a visitar Perú y lo detuvieron por eso que yo considero fue un golpe de Estado técnico… aunque también han utilizado a la policía, y creo que fue un acto ilegal, arbitrario, antidemocrático, no se respetó la voluntad del pueblo del Perú”, explicó el mandatario en torno a la destitución y encarcelamiento del presidente peruano en diciembre de 2022.
“No se habla mucho de esto por lo mismo, porque hay mucha desinformación convenida, pactada. Cuando no le conviene a los grupos oligárquicos de América Latina y del mundo, los medios tocan al son que les marca la oligarquía, los grupos de intereses creados, por eso ellos deciden qué es nota y qué no es nota”, aseveró.
Subrayó que sucedió en Perú “es gravísimo”, porque destituyeron y encarcelaron a un presidente sin fundamentos legales: “No respetan la voluntad del pueblo, y lo que hay en el fondo es una actitud clasista, racista… como se trata de un maestro de la sierra, humilde, fue desde el principio acosado… como cinco o seis intentos de destitución”.
Acusó que además al peruano lo traicionaron “quienes supuestamente lo ayudaban”. Había, afirmó, “una relación de complicidad, de componendas, asociación delictuosa, toda una conspiración” en contra de Castillo.