Gustavo R. Gallardo / Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a Felipe Calderón a explicar en una conferencia de prensa en Palacio Nacional sus vínculos con Genaro García Luna, más allá de los que hubo entre los cargos de Presidente de México y titular de la Secretaría de Seguridad Pública que desempeñaron de 2006 a 2012.
En conferencia de prensa matutina, López Obrador dijo que si accede, se compromete a que no sea cuestionado por la prensa.
“Si viniera aquí, nos comprometemos a que no haya preguntas, nada más que dé su testimonio”, dijo.
Y añadió: “¿Y por qué decimos que aquí? Porque fue presidente ‘haiga sido como haiga sido’, y no es para presumir, esta conferencia la ven muchos”.
López Obrador ha sostenido tres hipótesis en torno a la relación entre Calderón y García Luna: la primera, ya descartada, sobre que el exfuncionario es inocente y el expresidente, por ende, también; la segunda, que García Luna no es inocente, pero que Calderón no sabía de los tratos que tenía con el crimen organizado; la tercera, que ambos colaboraron con el crimen organizado.
Además, se refirió al operativo “Rápido y furioso”, mediante el cual se introdujeron armas con chips integrados desde Estados Unidos a México con el fin de entregarlas a criminales y rastrearlos; el operativo no prosperó porque los chips fueron retirados antes de que el armamento llegara a los criminales.
“El operativo de ‘Rápido y furioso’… ¡eso fue convenido entre gobiernos! ¿Y por qué le dieron carpetazo? (…) ¿El presidente qué? ¿No lo sabía tampoco? Cuando introducen armas… Estamos hablando de un operativo de gobiernos que deciden introducir armas a México para que esas armas le lleguen a los delincuentes, armas supuestamente preparadas con sensores para que así… ¡es que es increíble el nivel de ingenuidad y de ineptitud! En un Narcoestado, donde estaban infiltradas todas las instituciones, ¿qué no se iban a enterar los de la delincuencia que las armas llevaban sensores?”, aseveró.
Y explicó ampliamente: “¿Qué pasó? Les quitaron los sensores, ¡y aunque no se los hayan quitado!, era lo que pasaba 80 mil barriles diarios de combustibles que tenían un sistema de sensores con alarmas en la Torre 3 de Pemex y bajaban las presiones de los ductos, porque los estaban interviniendo, los estaban ordeñando, y sonaban las alarmas, pero podían sonar día y noche y nadie actuaba”.