Héctor Tapia / Metapolítica
En menos de dos años el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha perdido más de la mitad de su bancada en el Congreso del Estado, producto de diferencias internas y rupturas en ese instituto político.
Al momento le quedan sólo dos legisladoras de los seis perfiles que habían arribado a la LXXV Legislatura.
Desde el inicio de la legislatura el PRD había llegado al Congreso con 6 legisladores, pero al arranque de la misma comenzaron los movimientos y rupturas.
Los primeros movimientos que impactaron en la conformación del grupo parlamentario fue la salida de la fracción de las diputadas Fanny Arreola Pichardo y Julieta Gallardo Mora, quienes renunciaron sólo al grupo parlamentario para sumarse a la representación, producto de diferencias con Víctor Manríquez, así como el registro estratégico de Rocío Beamonte con Encuentro Solidario para lograr la conformación de la fracción; estos tres movimientos en ese momento sin afectar su militancia, lo que dejó al PRD disminuido a la mitad.
Sin embargo, a la mitad del presente año, a casi año y medio de la Legislatura, las renuncias se han formalizado.
El primero en renunciar ya al partido fue Víctor Manríquez González, quien dejó las filas del sol azteca para convertirse en Delegado Nacional de Movimiento Ciudadano en Michoacán.
La segunda renuncia llegó con Fanny Arreola Pichardo, legisladora por el distrito de Apatzingán, esto en el mes de marzo pasado, y quien dejó las filas del perredismo para quedar sin partido por el momento.
La tercera renuncia que se ha dado, y que se dio este miércoles, es la de la legisladora Mónica Valdés Pulido, quien anunció este día su adhesión a Morena, aunque no podrá formar parte de la fracción parlamentaria.
Las únicas diputadas que permanecen en el PRD son Julieta Gallardo Mora y María Guadalupe Díaz Chagolla.
