Por Juan Adolfo Montiel Hernández
Porfirio Muñoz Ledo fue una pieza importante y clave dentro del pasaje de 30 años recientes para nuestra transición democrática. En los años 70´s junto con otra serie de personas con una visión de Estado, propusieron la incorporación de voces contrarias y diferentes al gobierno y al partido hegemónico dentro de la Cámara de Diputados, esto al incorporar la figura de la Representación Proporcional, la cual después fue incorporada a los Ayuntamientos, como una forma de tener voces plurales en los órganos de representación.
Muñoz Ledo impulso la democracia dentro del partido del gobierno, al no resultar la propuesta decidió salirse del mismo para la una elección presidencial de 1988, en la cual se tuvieron serias sospechas de haberse cometido un fraude electoral, por lo que surgió la necesidad de contar con un órgano técnico electoral, con lo que se creó el Instituto Federal Electoral, siendo integrante de este órgano ciudadano como representante del Poder Legislativo.
En 1997 se convirtió en la primera persona de oposición en contestar un informe del presidente de la República que acudía a la Cámara de Diputados cada 1º de septiembre. En esa ocasión, en esa legislatura no se tenía mayoría de diputados del partido en el gobierno y se tuvo una conformación dividida, lográndose una transformación plural en el órgano de gobierno de dicha Cámara.
En el año 2000 contribuyó a la llegada de otro partido en la titularidad del Poder Ejecutivo Federal y en 2018 se convirtió en el presidente de la Cámara de Diputados Federales en quien le otorgaba la banda presidencial al actual presidente de la República.
En la Cámara de Senadores cuando estaba integrada sólo por 64 legisladores, tuve la oportunidad de ver y escuchar a Senador Porfirio Muñoz Ledo, subía a la tribuna para debatir, argumentaba y señalaba cuestiones de legalidad desde el punto de vista estadista.
No fue monedita de oro y tuvo errores o yerros, pero debemos quedarnos con la visión constitucionalista, estadista y de legalidad en los tiempos de la insipiente democracia mexicana.