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Morelia, Michoacán.- El trabajo coordinado del gobierno federal, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); de la Comisión Nacional del Agua (Conagua); de los usuarios de los módulos de riego Cumuato, Ballestero de San Cristóbal y La Palma; y la participación del Gobierno de Michoacán, hizo posible la renovación de equipos de bombeo con hasta 100 años de uso.
Con esta suma de esfuerzos, y la adecuada operación de los equipos serán beneficiados 12 mil 700 usuarios, y 36 mil 200 hectáreas de cultivos de la fértil zona de la Ciénega de Chapala. La inversión para esta región fue superior a los 16 millones de pesos.
Además, se realizó la tecnificación del canal Sahuayo mediante un muro de contención y compuertas para la derivación de agua con las que se evitarán inundaciones en ejidos y colonias de Jiquilpan y Sahuayo, que año con año se venían presentando.
En un recorrido por los módulos de riego ubicados en los municipios de Briseñas, Venustiano Carranza y Sahuayo, y que corresponden al distrito Ciénega de Chapala, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de Michoacán, Cuauhtémoc Ramírez Romero; el director local de la Conagua, Jesús Camacho Pérez; y los presidentes municipales de Sahuayo, Manuel Gálvez Sánchez, y de Venustiano Carranza, Yolanda Mayela Macías Hernández, pusieron en operación los equipos, que, entre otros beneficios, representarán ahorros en consumo de energía eléctrica de entre 40 y 60 por ciento.
En el evento, donde participó también el diputado federal Rodrigo Sánchez, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Cuauhtémoc Ramírez Romero, destacó la visión municipalista del gobierno que encabeza Alfredo Ramírez Bedolla, en la que se construyen soluciones en conjunto con la sociedad y las autoridades municipales y federales.
Tras más de 100 años de uso, fueron sustituidos los equipos de bombeo de la planta Abraham Guerra, del módulo de riego La Palma de la Ciénega, obra que contó con aportación estatal; en el de Cumuato, los de la planta San Luis, que tenían 70 años; y en Ballestero de San Cristóbal, fueron rehabilitados los de la planta Ballesteros III.