Por Roberto Pantoja Arzola
Una vez más pesará sobre los hombros de una sola persona la responsabilidad de recorrer lo ancho y largo del país. Será ahora una mujer, Claudia Sheinbaum Pardo, quien con su humanidad pisará desiertos, estepas, playas, jardines, alamedas, pueblos, calles, canteras; todas ellas ubicadas en la inmensa y diversa geografía de nuestro México.
Hidalgo, el padre de la patria, recorrió las peripecias del país en una ruta enorme que abarcó Guanajuato, Jalisco, el Estado de México, Michoacán; para terminar siendo arrestado en el territorio de lo que hoy es el estado de Coahuila. La primera transformación de nuestro país, tampoco se explicaría sin los inmensos esfuerzos del Siervo de la Nación, José María Morelos, cuyos pasos a caballo tocaron el territorio de Guerrero, Oaxaca, Puebla y por supuesto el estado de Michoacán.
No hubo segunda transformación sin tampoco poder comprender el recorrido que trazaron valerosos hombres como Benito Juárez, cuyo austero carruaje marcó su paso hacia el norte del país, siempre creyendo que su acompañante era la dignidad y la soberanía del pueblo mexicano.
Pero hubo otros viajeros que llenaron de honor la historia del país en la tercera transformación como lo fue Francisco I. Madero, protagonista de la primera campaña presidencial de la que se puede sentar una crónica en la historia del México y quien recorrió cientos o quizás miles de kilómetros a bordo de un tren, para llevar a cuestas la esperanza de la democracia verdadera.
También así lo hizo el general Lázaro Cárdenas del Río, presidente viajero, de quien se presume pudo haber tenido el don de la ubicuidad; derivado de la inmensa cantidad de anécdotas que narran todos aquellos hombres y mujeres que convivieron con él en los puntos más distantes e inimaginables de la geografía nacional. “Tata Lázaro” llevó el bálsamo de la reconciliación a todos esos pueblos y comunidades.
Y ni qué decir de líder de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador, quién desde la oposición se autoimpuso el objetivo de visitar cada uno de los municipios del país y llegó no solo a ellos, sino al corazón de la gente que los habita.
Hoy Claudia Sheinbaum ha decidido hacer lo mismo: forjar su carácter al fragor de las costumbres, el clima, el territorio y el calor de la gente que vive en esta inmensa geografía llamada México. La Dra. Claudia comenzó en Morelia, como lo hizo AMLO en enero de 2017, esta tierra purépecha de viajeros y de esperanza. Comenzó ya la gira por el país “la esperanza nos une”.
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