Por José Irán Moreno Santos
Estamos iniciando el mes de diciembre y las coaliciones electorales que se conformaron para competir en las próximas elecciones presidenciales, diputados federales y senadores de la República están presentando sus respectivos equipos de campaña y también han presentado a la opinión pública a los expertos que diseñarán la plataforma electoral con la cual buscan convencer a los ciudadanos de que tienen propuestas de gobierno, que de ganar las elecciones pondrán en práctica durante su gestión que durará 6 años.
Es muy claro que se contrastarán proyectos entre ambas coaliciones y presentarán sus visiones para salir de la actual situación política, económica y social en la que se encuentra el país.
La alianza gobernante sostendrá, que el país tiene rumbo, estabilidad gobernabilidad, finanzas públicas sanas, desarrollo, crecimiento, programas sociales y proyectos de inversión en infraestructura nacional que detonarán un México diferente. Argumentaran que ya se sentaron las bases en estos últimos 6 años y que por lo tanto hay que continuar en la construcción de este proyecto y afianzar los logros obtenidos y los que se obtendrán en los próximos años con estas políticas nacionalistas, desarrollistas, monetaristas, clientelares, paternalistas, militares e incluso neoliberales que han venido impulsando en esta administración.
En versión de la candidata Claudia Sheinbaum “van a terminar la actual gestión pavimentando el primer piso” y comenzaran a construir el segundo piso de lo que ellos llaman la cuarta transformación.
La coalición opositora tiene el gran desafío de construir un programa de gobierno que convenza, inspire, motive ilusione, provoque, irrumpa, convoque, movilice y concientice al ciudadano que salir a votar es esencial para que ese programa que todavía no se conoce se lleve a cabo y que es mucho mejor que lo que ofrece el gobierno.
Tiene que superar las políticas de la 4t en beneficios sociales, infraestructura, seguridad, crecimiento y desarrollo en democracia sin clientelismos, paternalismos, nacionalismos, monetarismos y militarismo.
Tiene que demostrar que no habrá retrocesos en beneficios sociales, sino que se ampliarán si es que deciden mantenerlos.
Tienen que demostrar que su alianza electoral, no regresará a las políticas corruptas que demostraron los gobiernos del PAN, PRI y PRD.
Tienen que demostrar que su política económica no es neoliberal.
Tiene que demostrar que su política salarial será mejor que la actual y que se promoverá junto a los sectores empresariales de este país, mejoras en las condiciones de trabajo, verdadera democracia sindical y si les apuestan a los sindicatos o toman el camino de cero sindicatos, contratos colectivos, seguridad en el empleo, seguridad social en salud y pensiones.
Tendrá convencer de que el sistema de salud es por mucho superable al actual y especificar cómo y con que dinero lo lograrán.
Que habrá mucha más inversión pública en educación, ciencia, tecnología y cultura.
Que el gobierno del frente opositor y los agentes sociales y económicos definirán una política económica de incentivos reales a las pequeñas y medianas empresas, que habrá créditos con intereses bajos para el desarrollo de empresas.
De igual forma las grandes empresas nacionales e internacionales pagarán sus impuestos sin condonaciones, sin privilegios, sin excepciones y que estas mismas pagarán en función de sus ganancias para lo que se requerirá una clara definición de una reforma fiscal integral, gradual y distributiva para que todos paguemos impuestos en función de nuestras percepciones y que éstas se vean reflejadas en los presupuestos del país, en los servicios sociales y en la infraestructura de nuestras comunidades, municipios y estados.
Tendrán que convencer que se implementará un verdadero federalismo político y financiero.
Es muy importante que el frente opositor tenga muy claro que no se trata de reconstruir el Estado neoliberal, sino que se construirá un Estado de Bienestar Social donde todas y todos contribuyamos solidariamente para un mayor desarrollo y crecimiento.
Deben apostar sin duda a la creación de empresas, pero también a la creación de cooperativas para generar empleos, empresa nacional y de exportación, sin duda se requiere generar empleos, pero no todo tiene que caer en el empresario, busquemos lo colectivo eso también genera riqueza.
Un Estado de Bienestar Social va a tener pasar por tener una política económica clara, transparente y es ahí donde se pueden concebir las grandes transformaciones de México ya que con aportaciones de todas y todos en función de nuestras percepciones se pueden diseñar políticas públicas de beneficio colectivo y no políticas clientelares, paternalistas, opacas dirigidas a ciertos sectores con el argumento de sacarlos de la pobreza, con el argumento de por el bien de México primero a los pobres, sino por el bien de México primero todas y todos.
Si se tiene claridad en el modelo económico, se puede desarrollar el país y superar el “modo moreno” de gobernar, este modelo económico tiene que poner en el centro al Estado como rector de la economía y a los ciudadanos como los beneficiarios principales y a las empresas como el motor del desarrollo para que Estado, sociedad y empresariado en democracia se pueda aspirar a un México diferente y buscar erradicar los populismos que amenazan nuestra política, nuestra economía y a nuestra sociedad
Se tiene que explicar con claridad que se aspira llegar al gobierno no con promesas como las que en el pasado se realizaban y que ya en el gobierno no se cumplían.
Coherencia y congruencia debe contener el programa de gobierno que presente la oposición. Porque son los dineros los que generan mejor educación, salud, inversiones, empleo y seguridad y es con el manejo claro y transparente como esas políticas públicas se pueden desarrollar.
Sin duda los Derechos humanos, las mujeres, la diversidad sexual, el medio ambiente, las niñas y niños, adolescentes, la migración y las relaciones internacionales son importantes, pero si no hay los suficiente recursos para generar las políticas públicas, se va a optar por hacer lo que se puede con lo que se recaude y eso sin duda genera que inversiones en todos los ámbitos por parte del Estado se vean trastocados y solo se administra y no se gobierne.
El frente opositor debe ser propositivo y no contestatario o reaccionario a las declaraciones políticas de las acciones que emprenda el gobierno y su candidata, sino que debe por la izquierda rebasar lo que hoy ha emprendido el gobierno en materia económica y de beneficio social
Si están en contra del militarismo que hoy vive nuestro país, tienen que explicar con mucha claridad qué pasos van a dar para ir desmontando ese militarismo que hoy priva en la administración pública del país.
Si van a hablar de seguridad, se hace necesario tener mucha capacidad de explicación de qué se va a hacer con la guardia nacional, si esta tendrá un mando civil con qué recursos se va a sostener, que formación van a tener la guardia y sus efectivos y cómo enfrentar la inseguridad y el crimen organizado. No solo es declarar que tiene que ir al mando civil si no cómo se va a transformar.
Si van a hablar de apoyos al campo tienen que precisar las políticas a emprender, los mecanismos a implementar y la estrategia que se va a llevar a cabo, de otra manera se regresaría al viejo esquema corporativo y clientelar que utilizaron gobiernos pasados y que con opacidad este gobierno reproduce.
Si van a hablar de democracia tienen que ser muy claros respecto a las instituciones que quieren rescatar, a la transparencia y rendición de cuentas y qué estás instituciones dejen de ser espacios para funcionarios recomendados y con beneficios producto de las negociaciones políticas entre los partidos y que de verdad si van a estar interesados en construir un Estado diferente.
Cautivar, enamorar y motivar ese es el objetivo que debe cumplir el frente opositor con su programa. No necesitamos un pueblo chingón, necesitamos un pueblo, una sociedad, una nación educada, formada, concientizada y politizada que permita que todas y todos tengamos las mismas oportunidades educativas, laborales, sindicales y de beneficios sociales.
No solo se requieren expertos, se requiere sensibilidad e ideología para transformar el modelo actual de gobierno que ha sido producto de las políticas y políticos de este frente opositor, si queremos de verdad recuperar el país debemos de abandonar las viejas prácticas que generaron e incubaron a este gobierno de Andrés Manuel López Obrador y Morena.
Políticas de Estado es lo que requerimos, con una proyección a 20 años, de lo contrario de ganar el gobierno y regresar a viejos esquemas solo se incentivará el enojo, la molestia, el encabronamiento social y entonces tendremos experiencias aún más lamentables que las que hoy padecemos.
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