Por Hugo Gama Coria
La lucha y defensa de los derechos por la igualdad resulta de la discriminación y desigualdad que históricamente, y todavía hoy, persisten en perjuicio de las mujeres; no se puede cerrar los ojos y ocultar que aún prevalecen ideas machistas y misóginas con las que deben enfrentarse las mujeres todos los días.
La igualdad y la no discriminación son derechos; sin embargo, para algunos no es así. Con posturas medievales hay quienes disminuyen los derechos y las propias capacidades, inteligencias y habilidades de las mujeres, las siguen viendo menos.
Pero la postura machista no es un asunto de cultura; no es factible aceptar que la visión o conducta del hombre no puede cambiar, afirmar eso resulta miope; personalmente, estoy seguro que sí se puede cambiar, que todos nos podemos reeducar y entender que somos iguales y, por consecuencia, que las oportunidades y el trato también deben serlo.
Reeducarnos no solo nos llevaría a la igualdad de derechos y oportunidades, también nos permitiría avanzar en la lucha para erradicar cualquier forma de violencia contra las mujeres y las niñas; por ello la importancia de entender las razones por los cuales debemos reeducarnos.
Se avecina el ocho de marzo, fecha de la Conmemoración de Día Internacional de la Mujer, y no se trata de una jornada de festejo: se trata de una jornada de lucha por la igualdad, la no discriminación y contra la violencia; no obstante, la lucha debe ser permanente y donde participemos todos y todas pues, de otra manera, seguirán existiendo posturas medievales.
¡Que vivan las mujeres!