Por Juan Adolfo Montiel Hernández
El pasado viernes 8 de marzo se conmemoró el “Día Internacional de la Mujer” proclamado por la ONU en 1977, con la finalidad de visibilizar la desigualdad y discriminación que viven las mujeres y niñas en todo el mundo y con la urgencia de hacer efectivos sus derechos.
El 8 de marzo ayuda a recordar que, gracias a la lucha de las mujeres, la igualdad entre hombres y mujeres hoy está consagrado en nuestra Constitución y en diversos instrumentos internacionales.
Por ejemplo: La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos declara en su artículo 4°, la igualdad entre mujeres y hombres ante la ley. Además, en México se ha expedido leyes que luchan en contra de la violencia y la igualdad entre Mujeres y Hombres. Destaca la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, entre otras.
En el ámbito internacional, por ejemplo, en 1979 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la “Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer” (CEDAW), en la cual los Estados se comprometen a eliminar la discriminación contra las mujeres en la esfera pública y privada, y se propone alcanzar una igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, en las leyes y en la vida real.
Sin embargo, hoy la lucha sigue siendo contra la violencia de género y hacia el logro de la igualdad sustantiva. No podemos hablar de una democracia plena sin la participación real, efectiva y en paz de las mujeres.
La igualdad no se mide en logros sino en avances, por lo que cada paso que se logra es relevante.
Faltan 82 días para las elecciones.
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