A un año de su muerte y más allá
Por José Irán Moreno Santos
El pasado martes 9 de julio un grupo de amigos que coincidimos en algún momento de nuestras vidas con Porfirio Muñoz Ledo nos dimos cita en el parque donde se encuentra un monumento en memoria a Olof Palme para conmemorar un año de su muerte.
Esta iniciativa surgió para no perder y recuperar la memoria, fue convocada por Rene Cervera Galán de la Orquesta filosófica, Federico Campbell Peña periodista y escritor y quien escribe, presidente de la fundación de estudios, políticos, económicos y sociales progresistas, la denominamos una rosa en memoria de PML.
No sabíamos que íbamos a hacer los únicos que lo recordaríamos y lo conmemoraríamos, esperábamos ingenuamente que tal vez los partidos en los que militó, participó, fue secretario de Estado, fue legislador e incluso presidió, le harían el tiempo y el espacio para hacerle un reconocimiento o por lo menos recordar lo que les aportó a sus organizaciones y al país pero no, no hubo tales conmemoraciones.
También ingenuamente esperábamos que desde la presidencia de la República o la jefatura de gobierno de la ciudad o desde el congreso o senado de la República se hiciera algún reconocimiento, una ofrenda, un algo que lo recordara, pero tampoco fue así.
Hoy el recuerdo y la memoria de Porfirio Muñoz Ledo está en la orfandad, cuando antes, todos se disputaban su amistad, su presencia y su participación en sus seminarios, conferencias, cabinas de radio, televisión o en sus partidos.
La actividad fue austera, nos costó quinientos pesos, por la foto y las rosas, llegaron algunos de sus amigos y conocidos como su hija Lorena Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, los embajadores Ortiz Monasterio, Ricardo Valero, los periodistas Fred Álvarez, José Manuel Figueroa y el economista Juan José Dávalos, entre otros.
Al igual que como mis compañeros convocantes nos cruzamos con este personaje, mi primer cruce con él fue en 1995 en el III Congreso Nacional del Partido de la Revolución Democrática donde se debatía con intensidad su línea política y programa de acción de cara al gobierno de Ernesto Zedillo donde se planteaba un gobierno de salvación nacional o impulsar y presionar al gobierno para abrir la transición democrática.
Dos visiones, la primera el gobierno de salvación nacional que intentaba desmantelar el presidencialismo desde el poder respaldado por la sociedad, movimientos sociales, organizaciones civiles que confluían en ese partido y el de transición democrática que planteaba negociar con el régimen político, arrebatando, quitándole poderes a ese presidencialismo y sentar las bases de instituciones democráticas, dándole mayores atribuciones al congreso de la Unión, una negociación política respaldada por el congreso en la aprobación de los acuerdos, construcción de instituciones y reducción paulatina del presidencialismo, esas dos visiones estaban a debate. Según yo ganó el debate de la transición democrática y quienes la impulsaban.
En ese mismo congreso celebrado en Oaxtepec Morelos pude estrechar la mano y verle dialogar con varios delegados provenientes de República Dominicana, Italia, Francia, España en la recepción que el PRD dio a los invitados extranjeros que por primera vez y creo que única, asistieron delegados de más de 60 partidos políticos de izquierda, unos miembros de la Internacional Socialista y otros del Foro de Sao Paulo, pero todos veían al PRD como el partido de la izquierda democrática que llegaría a gobernar México.
Todavía hoy, cuando me encuentro algunos de esos invitados extranjeros a ese congreso, recuerdan ese intenso debate entre Muñoz Ledo que planteaba la transición democrática y Cuauhtémoc Cárdenas que planteaba el gobierno de salvación nacional y le recuerdan con cariño.
En 1996 invité a Porfirio a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, ingenuamente creí que una sala de aquella facultad, de aquellos años podría ser suficiente para recibirlo, pero me equivoqué y tuvimos que improvisar y poner en las escalinatas de la facultad una mesa cuatro sillas y un micrófono y trasladamos de la pequeña sala a la explanada la conferencia, la recuerdo bien porque se refirió a la necesidad de transformar el país en un régimen social, democrático y de derecho y que por lo tanto había que construir instituciones democráticas y hacer de México un sistema semi parlamentario; desde aquellos años planteaba lo que a futuro denominó una quinta República, sin duda eran planteamientos socialdemócratas pero sólo lo escuchamos con atención y con admiración, movía mucho estudiantado o por lo menos fue uno de los eventos en las que más estudiantes convocó y fue un gran reto tenerlo en la facultad y que no se desbordara la conferencia.
También coincidí con él en una fiesta de fin de año en el extinto salón Riviera que se ubicaba en la glorieta de división del Norte, ahí tuve sólo el gusto de verle bailar, era un hombre que bailaba con poco ritmo y sincronía, le gustaba divertirse, sonreía, siempre muy amable, por lo menos en aquellos años, aunque no todas las canciones se las sabía y no todas las canciones las bailaba, pero con ese equipo que estaba ahí era muy fraterno y recuerdo a varios de sus miembros.
En esos caminos conocí a un entrañable amigo quien durante muchos años fue un colaborador muy cercano de Muñoz Ledo y me refiero a Antonio Mondragón Duarte con quien compartí muchas reflexiones, anécdotas que él vivió con Porfirio Muñoz Ledo en sus viajes al extranjero cuando el PRD fue aceptado como miembro de la Internacional Socialista y que tenía diálogos con Felipe González, Isaac Rabin, Simón Pérez, François Mitterrand en el marco de esas conferencias mundiales, incluso me llegó a comentar algunas anécdotas del viaje de Olof Palme a México cuando Porfirio lo invitó siendo funcionario del gobierno de Luis Echeverría que obviamente mi amigo no conoció pero que Porfirio le platico, también coincidí con otro de sus colaboradores muy cercanos Alfonso Velasco con quien platicábamos sobre las ideas de PML, pero sobre todo me buscaba para pedirme el teléfono de varios personajes o de dirigentes de partidos de izquierda, socialdemócratas o los laboristas y hacerle algunas tarjetas o simplemente para ubicar a ciertos personajes de la izquierda que Porfirio quería encontrar, con Alfonso tuve una muy buena comunicación y una muy buena colaboración, también recuerdo a Gisela que se quedó a vivir en Europa y que estuvo colaborando en Bruselas con el embajador y a Rosalía que colaboró con él, siendo dirigente del PRD.
Colaboré en algún momento en el Centro de Estudios de la Globalidad, ahí conocí Agustín Gutiérrez Canet y Martha Bárcena dos internacionalistas y diplomáticos de gran calidad humana, solidaridad y entrañable hermandad, fue muy grato trabajar y coincidir con ellos.
En esos caminos y en esa lógica de pensamiento socialdemócrata que Porfirio transmitía, colabore en el diseño de la propuesta de Reforma del Estado, en el 2000 colaboré en el libro blanco que Ricardo Álvarez publicó, en esta idea de la quinta República y recuerdo también muy bien que en el 2000 participé y acompañé en la redacción de un documento de Reforma del Estado que según tengo entendido no tengo la certeza, le fue entregado a Vicente Fox para que este hiciera las reformas y concluyera la transición democrática con la alternancia, y también creo pero no tengo la certeza de que Vicente Fox la dejó en el escritorio, llamó a su canciller en ese momento Jorge Castañeda y le pidió sacar del país a Muñoz Ledo y lo mandó como embajador a la Unión Europea.
La quinta República, la Reforma del Estado y la transición democrática, momentos históricos que Porfirio impulso y que nunca se logran concretar porque ni reforma de Estado, ni Estado social, democrático y de derecho y tampoco se ha culminado la transición democrática a una quinta República, solo se quedó en una mediocre cuarta transformación.
Ya en estos últimos años, volví a cruzarme en los caminos de Muñoz Ledo o él en mi camino, lo visité siendo presidente de la Cámara de Diputados y teniendo como su apoyo parlamentario a Ricardo Álvarez, tuve la oportunidad de por lo menos visitarlo un par de ocasiones y seguirlo por el canal del congreso, un hombre sin duda progresista, con una visión muy clara del régimen que por lo menos quería contribuir a construir en México.
Socialdemócrata no me queda la menor duda y mucho del México de hoy no se puede explicar sin los aportes que Porfirio Muñoz Ledo quien contribuyo a la transición democrática en el marco del Partido de la Revolución Democrática, sus años más prolíferos los vivió y sus ideas las llevó a cabo desde PRD símbolo de la izquierda democrática.
PML fue el hombre y el símbolo que le entregó la banda presidencial a López Obrador con quien al final parece que no terminaron bien esa relación, seguro por su talante democrático, aunque a veces dudaba yo de ello.
Duro en su crítica antes de fallecer al actual gobierno, pero con justa razón, se le puede cuestionar y criticar su ego y a veces su soberbia, pero tenía mucha lucidez de lo que estaba pasando en el gobierno y del futuro del país, si se sigue por ese camino. Es una lástima que aún año de su fallecimiento no se recupere la memoria y sus aportes a la transición democrática en México y no se le recuerde desde aquella ocasión que en 1988 interpelaba desde su lugar en la sesión de toma de posesión de Carlos Salinas de Gortari y en el 2024 interpelaba Andrés Manuel López Obrador, algo similar tenían estos dos últimos personajes que ni ven, ni oyen.
En la orfandad su memoria y sirvan estas líneas para recuperar un poco de los muchos aportes que dio al país y al mundo desde el Consejo de Seguridad de la ONU con respecto a Centroamérica, Contadora, Palestina y los Saharaui.
NOTA DE PROTESTA
Nuestra condena al intento de homicidio contra el candidato republicano Donald Trump, las diferencias políticas se dirimen en el debate de las ideas, en los programas de nación y en las preferencias electorales, nunca por la vida de la violencia y menos con balas, sea del partido que sea y de la ideología que sostenga.
Por uno de Nicaragua libre, presos políticos libertad¡¡¡
Palestina no es cuartel, fuera el ejército israelí¡¡¡