Por Héctor Tapia
No fue sutil, aunque tampoco tenía que serlo, pero el mensaje ya fue enviado.
El Fiscal Adrián López Solís ha quedado como líder a la cabeza del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Michoacán, el guía de la franquicia. Cuando menos lo que queda de ella.
López Solís abrazó a las autoridades electas de su partido en la entidad y los representantes electos, huérfanos ya del cobijo de un partido nacional, y con la ausencia de otras figuras que venían asumiendo también el rol de líderes morales del partido en el estado, también se cobijaron a la sombra del líder político que les queda y ahora les agrupa. Así lo comunica la foto que se giró sobre la reunión.
El pretexto fue un encuentro de las autoridades electas emanadas del PRD con el Fiscal, con la finalidad de la construcción de un estado de paz y con justicia.
La lectura entrelíneas es que Adrián López al ser el último liderazgo perredista fuerte visible, líder de grupo político al interior del partido, y la ausencia y repliegue de los otros que había, junta a los liderazgos frente a los retos que significará la construcción del partido en lo local.
Los tres liderazgos fuertes de este partido, previo a la jornada electoral, que agrupaban dos alas de Foro Nuevo Sol y casi la totalidad de lo que quedaba del partido, eran justamente Adrián López Solís por un lado, y los hermanos Silvano Aureoles y Antonio García Conejo por otro.
Quienes acudieron al encuentro fueron la Senadora electa Araceli Saucedo Reyes y los diputados locales electos, Octavio Ocampo Córdova y Brissa Arroyo Martínez; los dos primeros plenamente identificados con el ala de Foro Nuevo Sol que lidera el Fiscal, y la secretaria de Comunicación del partido, ahora huérfana de grupo, se identificaba en su momento con la expresión de Foro Nuevo Sol que lideraban los hermanos Conejo, Silvano Aureoles y Antonio García.
Estos últimos dos, pasada la elección del 2 de junio han guardado sepulcral silencio, ya no sobre los resultados electorales obtenidos, donde ambos perdieron, por un lado el ex gobernador en la diputación federal en el Distrito de Zitácuaro, y Antonio García, una diputación local en Morelia; sino que han guardado silencio sobre el futuro que alcanzó al partido a nivel nacional: la pérdida del registro, y el sostenimiento del partido en lo local.
En este lapso, pasada la jornada electoral, ya han salido varios del partido en Michoacán, entre ellos Cristian Couto, quien era vicecoordinador de Izquierda Social en Michoacán, y luego hizo lo propio la diputada local Julieta Gallardo Mora, quien renunció a su militancia a mitad de esta semana. Aún hay la expectativa de que se registren otras renuncias.
Ahora queda observar la postura política que irá construyendo el PRD en el estado, ya sin la carga de las posturas de un partido nacional, esto en la ruta de intentar sostener el registro local en la siguiente contienda.
Por cierto, en paréntesis, la reunión me recuerda a la escena final de la primera entrega de El Padrino donde Michael Corleone, tras “bajar” a otros capos, asume el control del territorio y sus negocios, y los demás llegan a su “oficina” a presentarle sus respetos.