☞ El Avispero | 2027: ¿El Año de la Primera Gobernadora en Michoacán?

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Por Alejandra Herrera

En el marco de la histórica toma de protesta de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México, resulta oportuno abordar un tema que se ha convertido en parte esencial de la agenda política: la posibilidad de que una mujer llegue a la gubernatura de Michoacán en 2027. Este análisis cobra relevancia no solo por los cambios recientes en la política nacional, sino por las transformaciones sociales y políticas que ha vivido Michoacán en las últimas dos décadas.

Desde el inicio del nuevo milenio, Michoacán ha sido testigo de una serie de transformaciones importantes, y uno de los cambios más notables ha sido la creciente participación de las mujeres en la política. Aunque los avances son visibles, el camino hacia la igualdad aún está plagado de desafíos.

Con la implementación de las reformas de paridad de género en 2014, la entidad michoacana experimentó un aumento significativo en la participación femenina en la política. Estas reformas obligaron a los partidos a presentar candidaturas paritarias, permitiendo que más mujeres accedan a puestos de toma de decisiones en el Congreso estatal y en diversas alcaldías. Sin embargo, en su mayoría, estos avances se dieron en municipios pequeños. Las alcaldías de ciudades importantes y, sobre todo, la gubernatura siguen siendo espacios dominados por hombres, lo que refleja las barreras culturales y sociales que aún enfrentan las mujeres.

A pesar de las reformas en pro de la igualdad de género, las mujeres en Michoacán siguen enfrentándose a un “techo de cristal” en su carrera política. Este techo, aunque invisible, es palpable en la resistencia cultural, las expectativas sociales y los prejuicios de género que limitan su ascenso a los cargos más importantes. Este fenómeno no es exclusivo de nuestro estado, pero aquí se agrava por la cultura política que ha prevalecido en los altos niveles del poder, que cede los espacios de toma de decisiones a los hombres antes que a las mujeres.

En Michoacán, la violencia política de género se manifiesta tanto de forma psicológica como física, la primera ejercida por actores políticos y, en ocasiones, la segunda por el crimen organizado. Un par de ejemplos recientes son los casos de Yolanda Sánchez Figueroa, lamentablemente ex alcaldesa de Cotija, y Araceli Saucedo, quien tras cambiar de bancada, recibió críticas que ella atribuyó a violencia política de género; sin embargo, en este último caso hay que aclarar que mujer y género no siempre van de la mano, aunque el segundo muchas veces se use como arma política.

A pesar de estos desafíos, las mujeres en la entidad han mostrado que tienen la capacidad y la experiencia necesarias para liderar. En este contexto, el partido Morena, que actualmente controla los principales espacios de poder en el estado, podría jugar un papel crucial en la elección de la primera gobernadora en 2027. Figuras como Fabiola Alanís Sámano, Araceli Saucedo Reyes, Yarabí Ávila González, Giulianna Bugarini Torres, Celeste Ascencio Ortega y Carolina Rangel, entre muchas otras, han allanado el camino para las mujeres en la política local y nacional del partido guinda. Sus trayectorias sugieren que Michoacán podría estar listo para ser gobernado por una mujer en 2027.

Será crucial observar cómo evoluciona el panorama político en los próximos años. Habrá que seguir de cerca los puestos, nombramientos y cargos que se realizaron post proceso electoral, y especialmente, es fundamental no perder de vista que utilizar el término “género” como sinónimo de “mujer” diluye el sentido político de la histórica lucha de las mujeres por sus derechos humanos y por la igualdad social, económica, cultural y política. Que quede claro.

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