Por José Irán Moreno Santos
Culmina el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con una popularidad por arriba del 60% de aprobación, con opiniones encontradas entre diversos sectores sociales, unos están muy agradecidos porque fueron considerados en los programas sociales y otros porque por primera vez en 30 años el salario aumentó considerablemente, lo que generó beneficios en esos sectores de la población que siempre se sintieron excluidos, no considerados o simplemente ignorados por administraciones del PRI y del PAN.
Otros sectores sociales particularmente los medios sienten un parcial agradecimiento porque sus padres y sus hijos fueron beneficiados con los programas sociales de adultos mayores y de jóvenes estudiantes y eso les quitó cierta preocupación, pero también sienten que sus impuestos no están bien utilizados en los otros programas dirigidos a jóvenes que no trabajan ni tampoco estudian y porque también han visto que los servicios sociales como el de salud o educación han bajado su nivel o incluso no funcionan adecuadamente.
Y finalmente el sector social de mayor ingreso en nuestro país, están molestos porque consideran que los programas sociales son paternalistas y que no se requiere que utilicen los impuestos para esos programas porque en realidad no combaten la pobreza, sino que generan clientela y sienten también que sus privilegios se han venido reduciendo en los últimos años.
Muchos ciudadanos que antes fueron excluidos en el sur del país vieron en este gobierno que los consideraba y que en esos estados donde ellos viven sintieron y vieron que las obras como el Tren maya, el Transístmico, el AIFA y Dos Bocas les daba un estatus diferente en términos de desarrollo y también se sintieron considerados porque en los últimos 30 años grandes obras como las que se desarrollaron no se habían generado en esa parte del territorio del país, todo se llevaba al norte o al centro pero el sur olvidado fue considerado e incluso muchos de sus ciudadanos contribuyeron en las obras como trabajadores y eso les generó una percepción positiva también de esta administración.
Esta administración que concluye tuvo una relación directa con sus beneficiarios no sólo de los programas sociales, sino también de aquellos que tradicionalmente ejercía el gobierno con los pescadores, campesinos, de la cultura, de las artes, entre otros ya que terminó, extinguió a los intermediarios y ya no eran las organizaciones campesinas, pesqueras, los colectivos culturales los que a través de ellos se entregaban recursos para proyectos productivos sino que fue directamente el gobierno quien se los entregaba y por ende estas organizaciones también resultaron afectadas y los beneficiarios también se sintieron agradecidos con la forma particular de gobernar de Andrés Manuel López Obrador quien rompió con los intermediarios para hacer él, no su gobierno, sino él, el proveedor de sus recursos porque incluso sus secretarios de Estado sólo tenían voz en las conferencias mañaneras y pocas veces daban conferencia de prensa para informar de sus ejercicios gubernamentales.
También cambió la forma de comunicar, implemento su forma de comunicar, solamente había una forma de comunicar y era la del presidente desde las mañaneras, más allá, no había más comunicación, y quien ponía la agenda política, económica, social y electoral era el presidente de la República.
Esta administración que concluye, construyó un discurso dirigido a los sectores medios y bajos de la sociedad mexicana, identifico con claridad quienes eran sus adversarios políticos, económicos, sociales, culturales e internacionales y se dedicó a repetirlo mañanera tras mañanera sembrando en esos sectores los mensajes claros de que este gobierno y el presidente eran sus defensores y que las políticas que se desarrollaban eran en su beneficio, su retórica fue tan simple que era identificable en esos sectores que los empodero y son los más fieles defensores del gobierno y los más fieles obradoristas.
Andrés Manuel López Obrador fue un buen administrador, un buen padre, una buena madre, un buen merolico, un buen encantador de serpientes para con los empresarios, un extraordinario protector de los carteles de la droga, un boxeador de sombra con los norteamericanos frente a los temas de Ucrania, Israel y migratorio, un puritano leguleyo de los principios de política exterior ubicándose con los más débiles y guiñando a Rusia y China sus pestañas de seducción populista.
AMLO deja un primer piso de su gobierno y de su proyecto con deficiencias en su construcción y con riesgos para un segundo piso.
Deja pendientes muy importantes como la seguridad, la economía, la confianza empresarial, la certeza democrática, la transparencia y la rendición de cuentas, pero eso no es importante, lo importante es con esos pendientes comienza en México el obradorismo más allá de quién ocupe la silla presidencial a partir del 1 de octubre y será muy difícil un cambio en las formas y en las políticas.
Culmina el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero no su influencia, incidencia y control.
NOTA DE PROTESTA
Nos faltan 43, que no se nos olvide¡¡¡
2 de octubre no se olvida
Libertad y democracia en Nicaragua y Venezuela
Fin al genocidio en Gaza.