Por José Irán Moreno Santos
En México estamos padeciendo los efectos negativos del cambio climático, en los últimos años hemos padecido severas sequías, huracanes devastadores y lluvias en exceso, lo que ha generado, falta de agua en regiones completas del país y en otras regiones, desbordamiento de ríos, inundaciones y devastación en municipios por los vientos de esos fenómenos naturales.
Nuestras temperaturas han rebasado los 50 grados centígrados, lo que nos ha obligado a cambiar hábitos de ropa, alimenticios, estancias laborales e incluso incorporar cierta infraestructura para aminorar los efectos y sus consecuencias para nuestra salud.
Hemos tenido que ir adecuando nuestros sistemas de protección familiar ante fenómenos naturales como son los huracanes, tornados y tormentas eléctricas sin mucha ayuda de las autoridades municipales, estatales y nacionales.
Nuestro gobierno no ha logrado dar el salto en prevención de desastres naturales y protección civil lo que pone en riesgo a importantes sectores poblacionales y esto se debe a que se ha perdido la profesionalización en esta parte de la administración pública municipal, estatal y federal por la falta de recursos públicos y privados que se habían destinados en otros momentos a esta actividad estratégica de la protección civil en beneficios de la población y la economía.
Estamos expuestos a huracanes, tornados, sequías, incendios y temblores y la protección civil está ausente y se intenta remediar con el programa DNIII que llevan a cabo las fuerzas armadas después que suceden los fenómenos, lo cual muestra claramente la falta de planeación de los gobiernos, de sus funcionarios que sustituyen cada nueva administración y de las instituciones que proveen de información a las autoridades como lo es el centro nacional de huracanes, el meteorológico nacional y el sismológico nacional por mencionar algunos.
Donde están los mapas de riesgos, donde están los mapas de evacuación, donde están los refugios, donde están las instituciones y sus funcionarios que deben estar informando incluso en aquellos días donde no haya emergencias.
Se avecinan tiempos de más calor y con ello incendios, se avecinan tiempos de lluvias en exceso, de sequías, tornados y huracanes y no estamos preparados para enfrentarlos como nación y el gobierno debe dejar de creer que en esta área no debe invertirse y tener fondos para la prevención e incluso para las reparaciones y apoyos a los diversos sectores sociales afectados.
También debemos relacionar estos fenómenos naturales con la protección al medio ambiente y el combate al cambio climático lo que obliga al Estado mexicano aplicar políticas que eviten el deterioro ambiental.
México y los mexicanos debemos conjuntamente diseñar acciones para el cuidado del agua, el reciclaje de esta y su no contaminación, debemos conjuntamente evitar incendios forestales, la tala de árboles clandestinas y la deforestación, debemos cambiar los combustibles y no más refinerías y la utilización de combustibles fósiles para la generación de energía eléctrica.
No debemos apostar al progreso sacrificando el medio ambiente por unos cuantos pesos o dólares. Debemos apostar a energías limpias y renovables, debemos reforestar, reciclar y cuidar el agua y esto debe ser impulsado desde el gobierno.
Las políticas públicas para proteger a nuestro medio ambiente deben ser diseñadas a corto, mediano y largo plazo por ciudadanos, sociedad civil, expertos en medio ambiente y organismos internacionales y evitar mayores desastres sociales como los padecidos en los últimos años.
Debemos tener capacidad de prevención, emergencia, reparación y recuperación, sin ello no podremos enfrentar los desafíos naturales que se nos presentarán en los próximos meses y años.
Naciones Unidas ha plateado objetivos internacionales y México los ha firmado y debe contribuir para su cumplimiento y no aislarse como otros países del mundo que sacrifica medio ambiente por desarrollo.
Si esta administración es diferente, actúen diferente, porque hasta hoy hemos retrocedido y prueba de ello son los daños ambientales en los proyectos de Dos bocas, Tren Maya, y Transismico por mencionar los más conocidos, pero hay otras obras que están deteriorando el medio ambiente y ecosistemas en nuestro país.
Se requiere invertir y esperemos ver esa realidad en el próximo presupuesto. Más vale prevenir que lamentar.
NOTA DE PROTESTA
Respeto al voto en Venezuela.
Libertad a los presos políticos en Nicaragua.
Por una Nicaragua Libre.
Por el fin de la masacre en Palestina y juicio a Netanyahu en la Corte Penal Internacional por delitos de lesa humanidad.
Paz, justicia y no mas impunidad en Sinaloa y Guerrero.