Por José Irán Moreno Santos
El presidente de los Estados Unidos de América es un ‘buleador’ porque amenaza, amedrenta y humilla a quien se le pone en frente con el pretexto de recuperar la grandeza, el poder, la dignidad, el orgullo y el mando del país frente al resto del mundo.
No le interesa en el discurso la soberanía, la autodeterminación, la cooperación internacional y el desarrollo de los países del mundo, de igual manera desprecia el derecho interno -revisar todos los delitos cometidos y aun así es presidente- imaginen su actitud frente al derecho y los organismos internacionales.
Como ya lo había mencionado en artículos pasados la relación bilateral será inestable o colaborativa o estridente dependiendo del tamaño del sapo y recuerdo que en ambas partes de la frontera tendremos héroes y heroínas que se abrazarán a la bandera tricolor o la de las barras y estrellas y se emularán por sus chabacanos nacionalismos y otros más utilizarán palabras añejas como imperialismo yanki rememorando esos tiempo de añoranza de la izquierda autoritaria que por cierto gobierna varios países de nuestra América y nos pasaremos 4 años con esos discursos que llamaran a la resistencia, al combate y hasta la revolución sin que ello implique una respuesta real a las consecuencias políticas, económicas y sociales de las acciones que tomará el gobierno de Estados Unidos frente a México, América y el resto del mundo, lo que sí puedo afirmar es que México y América creerán que con retórica nacionalista y de izquierda revolucionaria podrán vencer, cuando el resto del mundo no caerán en retórica sino en políticas que den vuelta a las acciones del buleador Trump.
En estos días eh escuchado al buleador y a los buleados actuar de la misma forma y así no se les enfrenta a los gandallas del barrio. Caen en su juego y bailan al compás de su música. Al parecer no son más inteligentes que el inquilino de la Casa Blanca lo cual es lamentable y preocupante.
A un buleador de barrio se le denuncia, se convoca a la comunidad para pararlo, se le deben levantan cargos, se le aplican ordenes de restricción, se le imputan delitos y se le bloquea por muy poderoso y adinerado que este sea.
En el caso de un presidente como Donald Trump que dirige un país reconocido por los organismos internacionales políticos y económicos en los ámbitos regionales y mundiales el trato no debe ser diferente a un “buleador” de barrio.
A este país por muy poderoso política, económica y militarmente se le debe denunciar, convocar a la comunidad regional y mundial para frenarlo, se le deben levantar cargos, se le deben aplicar ordenes de restricción, se le deben imputar delitos, se le debe bloquear y boicotear ante los organismos internacionales— hacer política multilateral apegada al derecho internacional- se deben sumar esfuerzos regionales y buscar sustituir sus productos comerciales y en su caso boicotearlo hasta que cambie su actitud personal.
También debemos hacer un llamado mundial a nuestros connacionales (todas las naciones del mundo tenemos un ciudadano en USA) a manifestarse de manera pacífica en ese país para generar una presión desde adentro y se forcé a cambiar y eso lo podemos hacer si todas y todos ponemos voluntad política y ciudadana.
Estamos ante un cambio de fin de época, el modelo político internacional debe ser modificado y el económico ya no responde a las realidades mundiales.
Pude haber dudas hacia donde nos dirigimos, pero no debe haber duda de lo que no queremos, y es el caos mundial.
Todo esto lo podemos lograr dialogando por el bien de nuestras sociedades.
América Latina y Caribe deben integrarse es el momento del pasar del discurso a la acción, esto lo podemos lograr dialogando por el bien de nuestras sociedades, la humanidad y el planeta
NOTA DE PROTESTA
Democracia en Cuba, El Salvador, Nicaragua y Venezuela
Alto al conflicto entre Palestina e Israel, Rusia y Ucrania. Juicio a Netanyahu y Putin.
Paz, estabilidad y gobernabilidad en México
Renuncia inmediata del gobernador de Sinaloa, por el bien de México.