Por José Irán Moreno Santos
En 1988 tras un monumental fraude electoral, gana la elección presidencial Carlos Salinas de Gortari y comienza aplicar una política económica y social que denominó “liberalismo social”, aplica programas como solidaridad, pro campo, progresa entre otros, también vende a los mexicanos la expectativa de que México estaba preparado para arribar al primer mundo y ser de las 10 economías más importantes a partir de firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, recuerdo la bancada del PRD acompañada de organizaciones sociales, estudiantiles y campesinas dando la batalla para no aprobar ese acuerdo comercial y denunciando las privatizaciones de ferrocarriles, Telmex y otras empresas que eran propiedad del Estado y que fueron rematadas por el régimen salinista y el resultado fue negativo en 1994, sumando el levantamiento armado en Chiapas y posterior exilio de Salinas a Cuba.
En el Periodo de Zedillo se dio la batalla por cambiar el TLCAN e incluir el tema migratorio, apoyos compensatorios, una cláusula democrática, cuarto de a lado con representación de los sectores productivos y sindicales, pero no se logró, y las organizaciones campesinas denunciaban la crisis del campo que estaba comenzando a perjudicarlos y la industria textil y aun así con movilizaciones y debates en el congreso y los medios de comunicación la izquierda democrática del PRD no logró incidir en el modelo, pero si abrió otros temas relacionados con la democracia y la participación ciudadana como la constitución del INE, la doble nacionalidad y el voto en el extranjero, dirigentes como Amalia García, Jorge Calderón, Cuauhtémoc Sandoval, Raymundo Cárdenas y Felix Salgado Macedonio entre otros cuestionaban al sistema priísta en denunciar el acuerdo y fortalecer las cadenas productivas en México, donde al final las grandes empresas como MASECA, BIMBO entre otras salieron y siguen siendo beneficiadas. El México de aquellos años se estaba volviendo un país maquillador.
Durante ese mismo periodo se logró abrir el sistema democrático y arrebatar al gobierno cierta transparencia y rendición de cuentas, con lo que se logró la alternancia, sin embargo, no se logró cambiar el modelo económico y siguió persistiendo las firmas de Acuerdos de Comercio y de inversiones. Más de 20 acuerdos 80 acuerdos de inversiones y México no creció y tampoco llegamos al primer mundo prometido por el PRI y PAN.
Regresa el PRI y tampoco nada cambio y ahora con Morena también se plantea un “liberalismo humanista” lo mismo que Salinas de Gortari, con el mismo modelo neoliberal y ahora son los que ayer denunciaban los TLC’s quienes lo defienden diciendo que México llegará a ser de las 10 economías del mundo.
Ese mundo y ese modelo ya está agotado y ha desmantelado en mucho el aparato productivo mexicano y ahora se busca regresar otra vez a otro modelo fracasado que es el de sustitución de importaciones.
Deberían decirles a los humanistas que hoy gobiernan que al parecer nunca pensaron y tuvieron un modelo económico diferente al neoliberalismo, su lucha no era por una economía social sino simplemente llegar al poder y desde ahí darse cuenta de que no hay otro camino y simular.
Pero sería bueno decirles qué si hay otro camino económico en democracia y que se requiere valentía para emprenderlo pero no veo en ellos ese liderazgo y quieren seguir en el modelo neoliberal y en lo TLC’s donde se privilegian las mercancías y las grandes empresas con programas paliativos y clientelares que no generan crecimiento y menos desarrollo.
El hoy T MEC, ayer TLCAN, es defendido por los que lo denunciaban con los mismos argumentos que hace 31 años y se escandalizan por los aranceles que impondrán los nuevos gobernantes de USA, cuando deberían hacer una evaluación objetiva de los beneficios y en su caso optar por otra forma de económica más social, nacional e internacional en democracia.
Se requiere reflexionar la nueva configuración mundial, los nuevos actores, economías, bloques, regiones y diseñar un proyecto económico propio con perspectiva internacional y sobre todo regional.
Es un buen momento para cambiar la política exterior de México, esa que cambio Miguel de la Madrid en 1997 ante el temor de que ganara Cárdenas en 1988.
Al parecer y así se observa es que algunos morenistas quieren mantenerse atados a USA y otros quieren cambiar de potencia a China bajo un supuesto que representa un modelo diferente y la verdad podría ser, si tuviera un talante y referente democrático.
La disputa es de discursos ideológicos y al parecer el del neoliberalismo puede ganar vestido de humanista y con mano dura como en Rusia, Venezuela, Turquía, Nicaragua o la propia China.
El régimen político está claro y en economía también, es un regreso al pasado, ese pasado que pensábamos ya superado pero que no pudimos derrotar y lo dejamos vivir que es el autoritarismo gubernamental y neoliberalismo económico y si no, veamos que los empresarios de ayer son los mismos de hoy al igual que la nueva vieja clase dirigente y las nuevas familias dinásticas que se están apoderando de las instituciones.
Claro que no son iguales, pero poco a poco se están pareciendo a ellos por lo menos en el discurso de la defensa del libre comercio, sus tratados, el neoliberalismo y la política exterior hoy humanista salinista vaya realidad.
NOTA DE PROTESTA
Dialogo urgente entre el gobierno de Venezuela y la oposición democrática en Venezuela para abrir canales de transición democrática, sin revanchismos y venganzas.
Contra los libertarios y la izquierda autoritaria
Democracia en Cuba, El Salvador, Nicaragua y Venezuela
Paz total entre Palestina e Israel y condena a la injusta guerra entre Rusia y Ucrania. Juicio a Netanyahu y Putin.
Paz, estabilidad y gobernabilidad en México
Renuncia inmediata del gobernador de Sinaloa, por el bien de México.
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