Por Catalina Rosas
El 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de los Bosques y el 22 de marzo el Día Mundial del Agua, ambos establecidos por la ONU para destacar la importancia de estos recursos naturales y su papel en la sostenibilidad del planeta.
El agua y los bosques están estrechamente vinculados, ya que los ecosistemas forestales juegan un papel clave en la regulación del ciclo del agua, la protección de cuencas y la preservación de la biodiversidad.
Desafíos actuales
a) Escasez y gestión del agua
• 2.2 mil millones de personas en el mundo carecen de acceso a agua potable segura.
• El cambio climático está intensificando sequías e inundaciones, afectando el suministro de agua.
• En México, la sobreexplotación de acuíferos y la crisis hídrica en ciudades como Monterrey y CDMX son señales de alarma.
• La falta de infraestructura adecuada y gestión eficiente contribuyen a la pérdida de agua potable.
b) Deforestación y degradación de los bosques.
• Cada año se pierden aproximadamente 10 millones de hectáreas de bosques en el mundo.
• Los bosques absorben carbono y regulan el clima, pero la deforestación acelera el calentamiento global.
• En México, la deforestación está relacionada con la expansión agrícola, la tala ilegal y el desarrollo urbano descontrolado.
• La degradación forestal afecta la filtración natural del agua y reduce la calidad de los mantos acuíferos.
• Como sociedad: Reducir el consumo de agua, evitar la contaminación y participar en iniciativas de reforestación.
• Desde la academia: Impulsar estudios y tecnologías para mejorar la gestión de los recursos hídricos y forestales.
• Desde las políticas públicas: Implementar medidas de conservación, inversión en infraestructura sostenible y regulaciones más estrictas para la protección del agua y los bosques.
• Sector privado: Apostar por prácticas sostenibles en la producción y el consumo de agua, así como en la explotación de los recursos forestales.
En el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo una de las políticas públicas para atender este tema es el Programa Sembrando Vida, implementado por el Gobierno de México, tiene como objetivo principal combatir la pobreza rural y la degradación ambiental mediante la promoción de sistemas agroforestales sostenibles, que combinan árboles maderables y frutales con cultivos agrícolas tradicionales. Esta estrategia busca mejorar la productividad de las tierras, promover la autosuficiencia alimentaria y fortalecer el tejido social en las comunidades rurales. Además, al incentivar prácticas agrícolas sostenibles, el programa contribuye a la conservación del medio ambiente y a la mitigación del cambio climático. Sembrando Vida se ha consolidado como una política pública integral que aborda simultáneamente la pobreza rural y la degradación ambiental en México, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental.
Considerando la problemática actual del recurso hídrico y su trascendencia en el bienestar y el desarrollo del país, se plantea la Agenda del Agua 2030 como instrumento rector. Una estrategia de largo plazo de ese modo se dotará permanentemente al sistema nacional de gestión del agua de una adecuada orientación estratégica de largo plazo.En ella se establecen cuatro ejes de política hídrica de sustentabilidad a mediano y largo plazos:
- Cuencas y acuíferos en equilibrio.
- Ríos limpios. ( este 22 de marzo día mundial del agua, la presidenta de México Dra. Claudia Sheinbaum dio el banderazo de salida de dos proyectos estratégicos: Las obras de saneamiento del río Atoyac, que es uno de los proyectos ambientales más importantes a desarrollar en el sexenio, junto con otros dos saneamientos de otros dos ríos: el Lerma Santiago y el Tul).
- Cobertura universal de agua potable, alcantarillado y saneamiento.
- Asentamientos seguros frente a inundaciones catastróficas.
El agua y los bosques son esenciales para la vida. No podemos hablar de uno sin considerar al otro. La crisis del agua y la deforestación son problemas globales que requieren soluciones conjuntas desde diferentes sectores. Como individuos, instituciones y tomadores de decisiones, debemos comprometernos con acciones concretas que aseguren la preservación de estos recursos para las futuras generaciones.
