Por Catalina Rosas
La Dra. Claudia Sheinbaum Pardo se define como una mujer joven de 60 años y hace algunos meses feliz abuela, siempre comprometida con las causas justas. Su primer acercamiento con la injusticia lo recuerda a la edad de seis años, cuando vivió muy de cerca el Movimiento Estudiantil de 1968, pues su madre la Dra. Annie Pardo Cemo, bioquímica, científica de reconocida trayectoria académica a nivel nacional e internacional, profesora emérita de la Universidad Nacional Autónoma de México y premio Nacional de Ciencias, participó activamente en aquel movimiento y significó el comienzo de una lucha por lograr mejores condiciones educativas.
Años más tarde, siendo alumna de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) formó parte del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), órgano creado en 1986 cuyo objetivo fue evitar la privatización de esta institución, debido a que las autoridades universitarias pretendían eliminar la gratuidad de la colegiatura y el “pase automático” desde el bachillerato.
A través del diálogo, manifestaciones e incluso una huelga en 1987, el movimiento logró echar abajo el “Plan Carpizo”, que hacía alusión a Jorge Carpizo McGregor, entonces rector de la UNAM, y quien a través del documento Fortaleza y Debilidad de la UNAM, pretendía implementar reformas para imponer cuotas a los estudiantes.
Este movimiento acompañó en gran parte la fundación del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en 1989, un movimiento encabezado por grandes líderes de izquierda como el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo y el Lic. Andrés Manuel López Obrador, desde ahí surge la relación de Claudia con el Presidente.
La Dra. Sheinbaum Pardo participó desde la Universidad en brigadas para apoyar movimientos socialesa lado de la activista y política de la izquierda mexicana, pionera de la defensa de los derechos humanos en México, Rosario Ibarra de Piedra.
Su vocación y compromiso con las causas sociales viene desde los años de la universidad; de ahí su interés en trabajar en comunidades rurales. También desde esos años se interesó en la política, pero la política no tradicional que conocemos todos, No! la política como un instrumento de transformación.
Trabajar por el bien de todos, sin corrupción y sin enriquecerse a costa del presupuesto público. Por ello en sus recorridos por algunos Estados de la república mexicana hace alusión a la frase del Presidente Andrés Manuel López Obrador, “el poder sólo es virtud cuando se pone al servicio de los demás”.
