Por Jaime Márquez
Lo adelantó Sheinbaum en el arranque de su gira nacional en Morelia, Morena se abrirá a más personas y “no estoy de acuerdo con eso de los fundadores”. Lo anterior tiene que ver con la meta de ganar la elección presidencial, la mayoría calificada en las cámaras y la CDMX.
Aunque el Presidente Andrés Manuel López Obrador técnicamente no ha perdido puntaje en las preferencias ni en la calificación de su gobierno, en 2024 no estará en la boleta y como es sabido la transferencia de simpatías hacia los candidatos no es automática.
Por eso, Sheinbaum recetó a varios acelerados al reiterar que habrá más apertura y que se ocupan mucho más incorporaciones para ganar.
Aquí en Morelia se incorporaron el insigne príísta “Chon” Orihuela y la panista Irma Moreno, en tanto que en Sinaloa se sumaron exdirigentes priístas.
En la CDMX Harfuch ya expresó su intención de competir, pero con la bendición de la corcholata mayor y ahora coordinadora nacional de los comités para la defensa de la 4T.
Se abre Morena a priístas y panistas con la intención de ampliar las expectativas de triunfo en varios estados en donde habrá elección de gobernadores. Mejor dicho la apertura es en todo el país.
En la CDMX el reto es mayúsculo para retener el gobierno de Morena, tras la pérdida de varias alcaldías a manos de la oposición en 2021. En la elección intermedia de 2021 se perdieron más de 50 diputados federales y con ello la mayoría en la Cámara Baja.
En tanto desde otro frente encabezado por Mario Delgado, dirigente nacional de los guindas, se mandó otro mensaje que dejó congelados a varios aspirantes a las candidaturas, al señalar que con el propósito de evitar favoritismos “las pluris van por tómbola”.
Morena abre la puerta por segunda vez, a los que quieren evitar hundirse con sus barcos azules y rojos. Morena se reconcilia con sus fantasmas y sus enemigos, al trazar una meta electoral con un sentido muy pragmático.