Por: Hugo Gama Coria
En el marco del día del abogado se hace necesario repensar el objeto del derecho en el Estado y la vida democrática del mismo.
Debemos entender que es la sociedad la propia creadora del derecho y del Estado; el constituyente originario crea la Carta Magna y a la par da paso al Estado, a su forma de gobierno, organización, sistema político y a las prerrogativas de los habitantes, es decir, el derecho crea al Estado.
En un Estado democrático, el derecho es prioridad y fundamental para garantizar el buen funcionamiento de los entes públicos, el ejercicio del poder, el reconocimiento y respeto a los derechos humanos, y una sana convivencia social.
No se puede hablar de un auténtico Estado democrático, si hay violaciones permanentes a los derechos humanos, si no hay paz social, si la corrupción diariamente carcome el ejercicio de la función pública, si la justicia sólo es un anhelo y no una realidad.
En esta etapa del país, impera la necesidad de concebir el derecho de una nueva forma, exige el tiempo un irrestricto respeto y aplicación de la norma jurídica que permita un mejor funcionamiento de la vida pública y una mejor convivencia social; la justicia no solamente debe ser concebida como sanciones o resolución de conflictos entre particulares, se trata de concebirla como todas y cada una de las decisiones públicas y privadas que permita satisfacer las demandas colectivas e individuales, lo que a su vez permitirá mejorar la vida del país.
Se trata en resumen, de una nueva concepcion de la Constitución, las normas secundarias, de la democracia, y su relación entre ellas, es decir, desde el derecho podemos impulsar y fortalecer el Estado democrático, aunque para ello es necesario cambiar el chip público y privado.
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Derecho cómo fortaleza de un Estado democrático
