Por José Irán Moreno Santos
Se llevó a cabo en Ecuador la XXIX Cumbre Iberoamericana donde se planteó abordar los temas de innovación, inclusión y sostenibilidad.
Los jefes de Estado de América Latina, Caribe y España en su mayoría brillaron por su ausencia lo que refleja divisiones políticas muy marcadas en la región.
Este mecanismo de diálogo político parece fenecer y no hay modo de revitalizarlo ya que ni Pedro Sánchez presidente de España asistió y el Rey Felipe no tiene buena aceptación por los gobiernos de la región, particularmente los que se denominan de izquierda como México, Venezuela, Nicaragua y Colombia que tienen problemas ideológicos con la Corona y el Rey como institución y eso que defienden la no intervención, la autodeterminación y la soberanía nacional.
Esta reunión también refleja la desunión de la región, la falta de diálogo político, la poca cooperación y la nula proyección de una integración regional a corto y mediano plazo.
No hay liderazgo que convoque, no hay proyecto regional de integración, cooperación y desarrollo a pesar de los discursos pomposos de aquellos que la denomina La Patria Grande.
Al parecer los temas planteados para discutir y resolver están muy lejos de las realidades de los países, ya que todos parecen tener poco crecimiento, nulo desarrollo, crecimiento de la pobreza, desbordamiento del crimen organizado y violencia, estabilidad y gobernabilidad política endeble, desmantelamiento de instituciones democracias y el riesgo creciente de la democracia como modelo de representación social en las instituciones políticas.
Producto del desfase de los temas con las realidades es que esta reunión no logro consenso en su declaración final por lo que fue un gran fracaso político diplomático no solo para Ecuador sino para toda la región.
Es claro que los mecanismos de diálogo político regional e internacional están en una grave crisis y urge sus reformas comenzando por la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y otros organismos incluso los económicos como el Fondo Monetario internacional.
Estamos ante un cambio de fin de época donde los extremos se van imponiendo y dentro de sus discursos está el descrédito de los organismos internacionales porque no resuelven y la cooperación está muy restringida por la falta de compromiso de los países.
Ejemplos visibles la guerra en Ucrania y el genocidio contra el Estado Palestino por Israel.
La región está fracturada, los mecanismos de diálogo políticos regional están en crisis, no hay liderazgo y tampoco proyecto regional y los problemas se están consumiendo a los estados nacionales y pronto veremos una crisis humanitaria sin precedente en la historia.
OEA, Grupo de Río, Grupo de Lima entre otros mecanismos no funcionan, el sistema interamericano está en crisis y poco se puede hacer sino hay voluntad política y perspectivas de futuro.
Veamos los resultados de la otra reunión internacional que se celebrará en Río de Janeiro, Brasil, el G 20 pero seguro que los resultados serán magros como también lo fue la reunión de cambio climático celebrada en semanas pasadas en Colombia.
NOTA DE PROTESTA
Democracia en Nicaragua y Venezuela.
Alto al conflicto entre Palestina e Israel. Juicio a Netanyahu.
Paz, estabilidad y gobernabilidad en Sinaloa. Renuncia del Gobernador Rocha Moya.
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