Por Viridiana López
Si creías que una selfie sólo tenía como destino las redes sociales. Te equivocas.
No es futurismo ni un episodio de los Supersónicos, a través del reconocimiento facial que facilitan las selfies, será posible realizar trámites gubernamentales a distancia.
El uso de ciertos datos personales sin duda es una gran ventaja para aquellas personas a las que se les dificulta la movilidad para acercarse físicamente a las instituciones públicas.
En Argentina el uso de la tecnología de la información toma cada día mayor relieve en el ejercicio de gobierno. Y es que hace unos días, el Gobierno de aquel país presentó un nuevo sistema para validar la identidad de las personas a través del reconocimiento facial para realizar trámites a distancia, porque con una selfie se podrá acceder a trámites del Gobierno. Es decir, que la tecnología que desarrolló Facebook para etiquetarte y etiquetar automáticamente a tus amigos, puede tener otro uso, y en Argentina será para realizar trámites.
Basta con una selfie para que el Sistema de Identidad Digital (SID) haga un reconocimiento facial y por ende de identidad, así en esta primera etapa que se echará a andar en próximos días, la plataforma oficial hará un comparativo de la foto que se envía a la base de datos para buscar coincidencias, una vez hecho, el usuario podrá realizar sus trámites, es decir, que a través de los datos biométricos de los argentinos se accederá a servicios públicos en aquel país.
En México no cantamos mal las rancheras con el uso de tecnología, porque en febrero de este año, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el Acuerdo mediante el cual se aprueban los lineamientos que establecen los parámetros, modalidades y procedimientos para la portabilidad de datos personales.
Pero ¿Qué es la portabilidad de Datos Personales? Es el poder que tienen las personas para determinar las transmisión de sus datos personales en un entorno digital de un sujeto obligado a otro. En otras palabras, digamos por ejemplo que la información que tiene una institución educativa sobre una persona puedan transferirse a otra institución educativa, a través de un formato único que alberga estos datos.
Entre las ventajas que esto conlleva es la facilidad que tendría el usuario para acceder a servicios que prestan las instituciones públicas, una reducción en el tiempo de tramitación, homologación en el tratamiento de los datos y aminorar los gastos de dichos trámites. No obstante, se requiere que todos los sujetos obligados, es decir, poder ejecutivo, legislativo, judicial, municipios, sindicatos, partidos políticos y órganos autónomos cuenten con el desarrollo de un entorno digital eficiente y sobre todo seguro.
Mientras la tecnología continúa evolucionando y utilizando los datos personales de la población, es importante que haya una política pública transversal de protección a los derechos de las personas en el entorno digital. Si bien existe una Ley de Protección de Datos Personales en nuestro país, el tema aún no ha permeado en sectores tan importantes como el educativo, en donde debe existir una política encaminada a mantener la seguridad digital de los infantes y jóvenes que acceden a internet.
Es aplausible que en México contemos con portabilidad de datos personales o que en Argentina los datos biométricos sirvan para realizar trámites gubernamentales, porque en ambos casos facilitan a la población acceder a los servicios públicos, sin embargo estos logros sí deben acompañarse de otras acciones de educación para salvaguardar los derechos humanos de la población sobre sí mismos, pero también como sociedad ser muy observadores, no vaya a ser que alguien caiga en la tentación de hacer uso indebido de nuestros datos…