Por Javier Paredes Andrade
El resultado del pasado proceso electoral en Michoacán, en donde la coalición encabezada por Andrés Manuel López Obrador fue sin duda la clara ganadora de la gran mayoría de los cargos de elección popular que estaban en juego, tiene desde muchos puntos de vista diversas explicaciones. Muchas son las voces que le atribuyen el resultado al hartazgo de la sociedad y a la urgente necesidad de ver un cambio real en la forma de gobernar.
Pero, ¿cómo fue que resultaron ganadores candidatos que no realizaron campaña y que no fueron conocidos por el electorado?
Muchas de las voces antes mencionadas, sostienen en sus análisis que fue debido al voto lineal que realizaron los ciudadanos, coincido con las 2 afirmaciones, pero también es necesario realizar un ejercicio de autocrítica de quienes fuimos participantes de alguna u otra forma en el proceso electoral.
En lo que me corresponde como representante de un partido político, debo reconocer que el “Frente” del que formamos parte, fue en su momento una alianza fuerte y que contaba con amplias posibilidades de triunfo en la formula al Senado, en las Diputaciones Federales, Diputaciones Locales y Ayuntamientos.
Pero también sucedieron 3 factores principales por los cuales no se obtuvieron los resultados esperados: el primero por supuesto que tiene que ver con lo que ya comentaba en un inicio, la fuerza del hoy Presidente electo y el cansancio generalizado de una sociedad sumamente golpeada por los malos gobiernos; la segunda por una gran cantidad de candidatos de la coalición conformada por el PAN-PRD-MC sumamente sobrados en cuanto a actitud, que no supieron hacer equipo con las militancias de los 3 partidos y que confundieron una campaña política con un concurso de belleza.
La tercera y la que considero que fue un factor primordial para no obtener una mayor cantidad de triunfos, fue la “estrategia” de uno de los partidos integrantes que le aposto a tener candidatos en otros partidos ajenos a la coalición, acomodaron a quienes no resultaron beneficiados con una candidatura dentro del “Frente” en otros institutos políticos. Con ello existió simulación y se confundió en gran medida a los ciudadanos al pedirles que realizaran un voto cruzado.
Esta “estrategia” permitió que en el Senado, en muchos de los distritos federales, locales y en los municipios los ganadores fueran los candidatos de la coalición “Juntos Haremos Historia”.
Más allá de los factores, es reconocido el triunfo de quienes obtuvieron el respaldo de la sociedad, hoy no hay lugar para rencores, los ciudadanos esperan resultados, por lo que tenemos la gran responsabilidad de hacer equipo y trabajar en beneficio de Michoacán.