Redacción
Morelia, Michoacán.-Tras participar en su última sesión como magistrado del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán, órgano en el cual desempeño diversos cargos durante 18 años, fue reconocido el legado que en materia jurisdiccional y humana deja Ignacio Hurtado Gómez.
La magistrada presidenta Yolanda Camacho Ochoa y los magistrados José René Olivos Campos y Salvador Alejandro Pérez Contreras emitieron un mensaje de agradecimiento a Hurtado Gómez por el trabajo profesional y apasionado que siempre ha desarrollado en la materia electoral. Además de que le externaron seguir aprovechando su experiencia y hacer uso de la misma.
La magistrada presidenta Yolanda Camacho Ochoa puntualizó que Hurtado Gómez ha sido un maestro tanto en la academia como en el trabajo real de las instituciones electorales, lo que habla de una gran calidad de persona. “Te refrendo mi gratitud y amistad. Termina una etapa en el TEEM, pero gracias a tu perfil vendrán muchos éxitos más”.
El magistrado José René Olivos Campos destacó que el trabajo desempeñado por Ignacio Hurtado ha sido trascendental por varias razones, entre ellas una gran lealtad institucional, el trabajo apegado a derecho, el compromiso serio, responsable, servicial y siempre buscando la conciliación. “Está comprometido con los michoacanos, actores políticos, instituciones y academia, por lo que se le debe reconocer su calidad profesional y humana”.
El magistrado Salvador Alejandro Pérez Contreras señaló que el acompañamiento que Ignacio Hurtado ha brindado a diversas generaciones de juristas electorales ha sido fundamental, pues encontraron en él no sólo un respaldo, sino a un consejero que deja un gran ejemplo de calidad en las sentencias que emitió a lo largo de los años.
Finalmente el magistrado Ignacio Hurtado Gómez agradeció las muestras de afecto y apoyo profesional que a lo largo de 18 años recibió por parte de diversos juzgadores y generaciones de trabajadores del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán.
“Se hizo lo que se tuvo que hacer en el TEEM a través de los años. Tuve la oportunidad de conocer a mucha gente, aquí en este edificio crecieron mis hijos, dorminos, a veces dejamos de dormir y de comer por días, por cumplir con el deber. Me voy tranquilo porque queda en muy buenas manos la institución, misma que tiene su fortaleza en las personas que aquí están. El cargo fue prestado, pero el afecto y cariño que hay en estas paredes es lo que finalmente perdura. Me voy de lo jurisdiccional pero no de lo electoral”, concluyó.