Héctor Tapia
Sin haber planteado una alternativa de desarrollo económico para el puerto de Lázaro Cárdenas, a dos años de que se había emitido la declaratoria de creación de la Zona Económica Especial para la región del puerto michoacano, el Gobierno de la República publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la derogación de esta y otras seis declaratorias impulsadas por el gobierno pasado.
Esta derogación, anunciada por el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, se concretó este martes 19 de noviembre.
Quienes tampoco tendrán ya Zona Económica Especial son Puerto Chiapas, Coatzacoalcos, Progreso, Salina Cruz, Campeche, Tabasco; y todas ellas se publicaron sus decretos de creación el 29 de septiembre y 19 de diciembre, del 2017, y el 18 de abril del 2018.
Cabe apuntar que en los primeros día de septiembre del presente año, y ante la inminencia de cancelación de las Zonas Económicas Especiales, los gobernadores de Guerrero y de Michoacán, acompañados de legisladores locales, federales y de diversas autoridades y actores sociales y políticos de ambas entidades, suscribieron una petición al gobierno federal para plantear una alternativa a las Zonas Económicas que estaban, para ese momento, en vías de extinción; sin embargo, no hubo respuesta al respecto.
De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) del Gobierno del Estado, con la ZEE se habían obtenido 11 cartas intención de inversión para esa zona de Lázaro Cárdenas, que significaban 3 mil millones de dólares de inversión directa, que permitirían la generación de empleos en la región del puerto michoacano.
Estas Zonas Económicas Especiales “se establecieron con el objeto de impulsar el crecimiento económico sostenible, que, entre otros fines, reduzca la pobreza; permita la provisión de servicios básicos y expanda las oportunidades para vidas saludables y productivas, en las regiones del país que tengan mayores rezagos en el desarrollo social a través del fomento a la inversión, la productividad, la competitividad, el empleo y una mejor distribución del ingreso entre la población”.
No obstante, remarca el decreto de derogación, “desde sus Declaratorias como Zonas Económicas Especiales las mismas no han podido operar, en virtud de que a la fecha no se ha otorgado permiso o asignación alguno como Administrador Integral por no haberse cumplido los requisitos legales. Es de resaltar que de conformidad con el artículo 19 de la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales los permisos y asignaciones son indispensables para la construcción, desarrollo, administración y mantenimiento de las Zonas”.
Refiere que “la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales no ha otorgado autorización alguna para fungir como inversionista dentro de las Zonas Económicas Especiales”, y que “por parte de las entidades federativas y los municipios, no se han reportado inversiones públicas productivas y de equipamiento urbano para el desarrollo de las Zonas Económicas Especiales y sus áreas de influencia”.
Y dado que “no se han podido iniciar operaciones”, y que no han tenido avances, es que “resulta conveniente dejarlas sin efectos”.
A partir de esto, refiere la derogación, la administración federal “ha hecho evidente la necesidad de reorientar el modelo de desarrollo, redimensionar y relocalizar las prioridades de la inversión pública, de tal manera que puedan darse las condiciones para generar el gran impulso que desde hace décadas se requieren en las distintas regiones del país”, contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, donde destacan los proyectos del Tren Maya, el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec y el Programa Zona Libre de la Frontera Norte, sin mencionar un proyecto para Michoacán ni Lázaro Cárdenas.
La alternativa que han venido solicitando diversos actores, ante la inminente cancelación de las ZEE’s, era una Zona Libre Fronteriza para el puerto michoacano; sin embargo, tampoco se ha dado respuesta al respecto.