Por Christián Gutiérrez.
De descanso, he podido leer con calma un documento público por demás interesante en materia de comunicación: el “Acuerdo por el que se establecen los lineamientos generales para el registro en el padrón de medios de comunicación impresos, electrónicos, digitales y alternativos, de la Coordinación General de Comunicación Social del Estado de Michoacán de Ocampo”.
Sin duda, será un documento que ayudará a generar política pública de comunicación, lo cual para nada es usual en la entidad, pero también en mi visión, causará polémica por dos razones particulares que lo integran de manera tácita. Sobre éstas me detengo:
Y la polémica vendrá con algunas verdades de perogrullo, que varios “comunicadores” conocen pero callan por conveniencia:
Me parece que esta regulación llega en un momento oportuno para la comunicación pública que se vive en Michoacán. El combate a la corrupción es impostergable en todos los frentes, y un ejercicio profesional y más creativo de la comunicación, el periodismo y el marketing político, es algo que le vendrá muy bien a la vida pública de la entidad.
¿Y por qué no habría de regularse a los medios de comunicación si varios viven de recursos públicos y varios más lo hacen con un buen porcentaje de recursos públicos? En realidad son muy pocos los que no dependen del erario público o los que tienen convenios con entes públicos, pero responden de manera eficaz en su trabajo como medio de comunicación, información y difusión.
Conforme a las leyes del mercado, me parece que debe prevalecer aquello que oferte mejor calidad y precio, mejor atención y mejor experiencias en el cliente, mejores resultados y más éticos. Los demás medios de comunicación, en mi opinión, no deberían existir más como sanguijuelas del presupuesto público.
Es más, varios medios de comunicación en Michoacán han exigido -lo cual me parece por demás correcto-, que se combata la corrupción en todas las esferas; han exigido que los políticos sean más profesionales de la política; o han exigido que diversos empresarios no sean rapaces con los negocios. Todo lo comparto y suscribo.
Pero ahora, también llegó el momento de que sean los medios de comunicación los que honren dos cosas: 1.- Las leyes y la aplicación sin “peros” del estado de derecho; 2.- La comunicación profesional en su sentido más amplio y restringido.
* El autor, tiene estudios de doctorado en Política, de
maestría en Ciencia Política, de maestría en Neuromarketing, diplomados en
Marketing Político y en Análisis Político.
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