Ciudad de México, a 7 de diciembre del 2016.- “Logramos un paso de suma importancia para rescatar la ciénega de Zacapu, de Coeneo, el valle de Los Reyes y Zamora”, aseguró el diputado federal, Guadalupe Hernández Alcalá, esto luego de aprobarse el dictamen que reforma los artículos 4 y 18 de la Ley Federal de Producción, Certificación y Comercio de Semillas, para apoyar las empresas nacionales productoras y distribuidoras de semillas.
El diputado federal por el Distrito 07 con cabecera en Zacapu, manifestó que el pleno de la Cámara de Diputados pudo lograr un consenso entre todas las fuerzas políticas a fin de que se vean beneficiados los micro y pequeños productores de semillas en la entidad.
“Es un esfuerzo compartido, sin colores, y donde hemos podido lograr que los productores michoacanos se vean favorecidos, y con ello se representará un fuerte impulso para este sector que durante decadas ha sido abandonado”, dijo.
Dijo que el documento enviado al Senado de la República para sus efectos constitucionales, prevé considerar la formación de recursos humanos y redes de conocimiento para la generación de empresas semilleras nacionales, con apoyo de Instituciones de enseñanza superior y tecnológica y centros de investigación.
De igual manera, la agricultura, explica, es el sector más afectado por el cambio climático. Los resultados de los análisis multimodelo indican que la combinación del incremento en la temperatura con el estrés nutricional, por falta de nitrógeno, reducirá de manera significativa el rendimiento de los principales cultivos en las regiones productoras de nuestro país.
Precisó que es necesario apoyar a las empresas nacionales que son productoras y distribuidoras de semillas, así como al financiamiento público para la investigación y el desarrollo, cuyo propósito fundamental sea la transferencia de tecnología que genere opciones para el sector productivo del campo mexicano.
El Estado, indicó, debe brindar los apoyos suficientes para la conformación y consolidación de empresas productoras y distribuidoras de semillas nacionales, y éstos deben dirigirse de manera exclusiva o, en su caso, prioritaria a las empresas del país.
Mencionó que es vital fomentar y proteger por el Estado a empresas semilleras y redes de conocimiento de carácter nacional, ya que “el panorama que tenemos actualmente en el mercado de semillas mantiene a las empresas nacionales, tanto públicas como privadas, de simples peones de los grandes consorcios agroindustriales”.
Es de mencionar que la producción de semillas en México está concentrada, en un 94 por ciento, solamente por las empresas privadas; en cuanto al sector público, únicamente es el 6 por ciento.
En ese sentido la semilla original la produce el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), el Colegio de Postgraduados, la Universidad Autónoma Chapingo, la Universidad Agraria Antonio Narro, y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, y los sectores privado, público y social son los encargados de reproducirla y venderla.