Héctor Tapia
Michoacán es uno de los estados de mayor producción pesquera del país; sin embargo, y a pesar de que cuenta con 200 kilómetros de litoral y aguas interiores, sigue sin aprovechar al máximo el potencial que tiene
Al sector pesquero le falta inversión, modernización y capacitación, para poder aprovechar todo ese potencial al máximo, y que podría incrementar de manera considerable los ingresos de las comunidades y familias que se dedican a esta actividad en la entidad, reconoció Aurelio Sigala Páez, titular de la Comisión de Pesca del Estado de Michoacán (Compesca).
En entrevista detalló que en varios productos pesqueros Michoacán ocupa los primeros lugares de producción a nivel nacional, como en Tilapia y Charal.
En Michoacán hay 17 mil pescadores y estos generan actualmente una derrama de 700 millones de pesos anuales por su actividad económica, además de que una gran cantidad de familias dependen económicamente de esto.
Modernización de sistemas de producción y valor agregado
Para el titular de la Compesta hay aspectos que faltan por fortalecer, uno de ellos es la modernización de los sistemas de producción, invertir en valor agregado a los productos, modernizar las embarcaciones, pero también “mucha capacitación y organización de los productores”, explicó.
Todos estos pasos o aspectos “no son tan sencillos”, reconoció.
En Michoacán actualmente hay cerca de 300 cooperativas pesqueras, y todavía hay muchos más pescadores que no están registrados, porque sienten que es complejo hacerlo por la cantidad de requisitos que se tienen.
“Impulsar la pesca generaría una derrama económica importante, mayores ingresos para las familias y comunidades que se dedican a ello”, explicó.
Otros aspectos institucionales es que no se planea a largo plazo, y que falta una visión integral a 40 años que permita tener estrategias bien definidas para impulsar la actividad pesquera de manera sólida.
No sólo le toca al gobierno, estatal, federal o municipal, sino también le toca al sector privado, apostar a estos productos, señala Sigala Páez, quien –con todo este contexto- refiere que una transformación de fondo requiere de una importante cantidad de recursos para poder potenciar el sector.
Aún con eso, Michoacán es el productor número 1 en producción de charal, pero si se lograra embazar de manera atractiva, que no se descomponga en tiempos de anaquel, o que la trucha se transforme, ese es un proyecto estratégico para poderlo ofrecer a grandes mercados, se obtendría hasta el doble de ganancia.
“El producto primario deja al producto 80 pesos, pero ya transformado le deja el doble de ganancia”, enfatizó.
El incremento que ha tenido el sector en el número de personas que se dedican a esto, dijo, ha pasado de los 14 mil pescadores a 17 mil en los últimos tres o cuatro años; “ha crecido en los años, sin embargo no logra ser una actividad que genere riqueza, en muchas zonas se ve como sobrevivencia, debería ser una cadena que genere cadenas de valor, donde las cooperativas, se constituyan en microempresas mayores, a eso se apuesta”, explicó.
De manera anual en Michoacán se producen alrededor de 37 mil toneladas de producción.
“Si no logramos trasformar el producto corremos el riesgo de que la actividad decrezca; actualmente el mercado está recibiendo cada vez más producto de otros países, y que no tienen incluso condiciones de inocuidad necesarias”, enfatizó.
La esperada cuaresma
Aquí, y frente al periodo de cuaresma, que se espera por parte del sector pesquero por que hay mucho consumo de pescado, dijo que la Compesca ha programado varias actividades para acompañar a los productores a que comercien mejor sus productos.
“La fecha es muy esperada para los pescadores, sobre todo en el oriente, se les acaba su producto”, señaló Aurelio Sigala, quien refiere que para esas fechas, que durará del 27 de febrero al 10 de abril próximo, más de 20 cooperativas pesqueras del oriente, podrán vender sus productos en 5 puntos de venta fijos que abrirán, así como en dos puntos de venta móviles. A través de estos podrán hacer sus ventas de manera directa, sin intermediarios.
Estos, dijo, son productos michoacanos, es pescado limpio de acuerdo a las mismas normas.
Para ese periodo, dijo, “se contempla que se puedan vender cuando menos unos 4 mil kilos, y dejaría una derrama de cerca de un millón de pesos para productores” de la región del oriente del estado.
La Compesca no lucra con este proceso, sino para que le productor venda directamente, “nosotros facilitamos, y eso da margen par que esté a buen precio y sean productos locales”, enfatizó.
