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OPINIÓN // ¡Silvano Aureoles es como es, y no se parece a nadie! El presidente de México, AMLO, brinda lección de política

Rafael Malpica

“… cada uno es como Dios le hizo, y aun peor muchas veces”. Sancho Panza al bachiller Sansón Carrasco en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

Morelia, Michoacán, México, 26 de junio de 2020, Paralelo 17.- El presidente de México Andrés Manuel López Obrador, en Morelia, fue claro, contundente, directo, sin regateos de ninguna naturaleza: “Vamos a seguir apoyando a Michoacán. Vamos a seguir recorriendo todos los pueblos, todas las regiones de este histórico estado, para atender las demandas de la gente y no fallarles, porque nos dieron su confianza y nunca, jamás vamos a traicionar al pueblo de Michoacán y al pueblo de México”.

En Villas de Pedregal, uno de los enclaves habitacionales de Morelia con mayor densidad poblacional, y en donde casi ninguna autoridad ni gobernante entra porque la violencia y la inseguridad se han instalado, Andrés Manuel López Obrador, acompañado de su gabinete de seguridad, encabezó la inauguración del nuevo cuartel para la Guardia Nacional. Además, rindió un informe detallado de las acciones que ha realizado su gobierno en la entidad gobernada por Silvano Aureoles Conejo, un importante político michoacano, que representa al decadente Partido de la Revolución Democrática y quien, con sus simpáticas figura y ocurrencias, lidera intelectual y operativamente un movimiento de gobernadores mexicanos contrarios al presidente de México.

La relación del presidente López Obrador y de Silvano Aureoles, ha sido una historia delimitada por el perredista, a partir de sus personalísimos desencuentros, afrentas, dislates, contradicciones y discursos polares. Incluso hoy mismo dejó evidencia de ello.

Por ello, llamó la atención las palabras del ejecutivo federal al referirse al gobernante local, en términos absolutamente correctos, incluso condescendiente, amistoso: “Le agradecemos mucho al gobernador de Michoacán Silvano Aureoles por su apoyo, por su trabajo coordinado para garantizar por encima de cualquier diferencia la seguridad y la paz en Michoacán y en el país”.

También habló de frente al pueblo, porque estar aquí, dijo, “… significa reconocer el trabajo de este pueblo, de este pueblo extraordinario de Michoacán”. De manera especial se refirió a los migrantes michoacanos y mexicanos en general, porque sus remesas, su dinero, “… van a apoyar la economía popular, llegan hasta abajo, a la base de la pirámide social, y esto ayuda mucho”.

Y para respaldar su decisión política de apoyarnos, informó lo que se ha hecho aquí durante su gobierno: hoy están contratados como aprendices 40 mil 645 jóvenes, a los que se les paga un salario mínimo. 15 mil 545 estudiantes universitarios están becados con dos mil 400 pesos mensuales. Además, 131 mil 673 alumnos de preparatoria reciben también becas, lo mismo que 160 mil estudiantes de preescolar, primaria, secundaria.

Se construyen cinco universidades públicas en las distintas regiones de Michoacán. Y se ha asignado presupuesto de manera directa en mil 711 escuelas a las sociedades de padres de familia para rehabilitar y mejorar sus planteles educativos.

Y siguió: en Michoacán 341 mil 981 adultos mayores tienen pensión; y por la pandemia, se les adelantó por cuatro meses, y cuatro más a partir del 1 de julio. También aquí, 30 mil niñas y niños tienen pensión porque padecen discapacidad. Mientras que, en las estancias infantiles, se apoya económicamente a las familias de cinco mil 279 niñas, y niños que se quedan en estas estancias infantiles, mientras sus madres trabajan.

Para apoyar a trabajadores del campo, se les ha otorgado Crédito Ganadero a la Palabra. Bajo el programa Producción para el Bienestar se apoya a 42 mil 449 productores, ejidatarios y pequeños propietarios. Este sector se apoya con precios de garantía justos, que se pagan a los productores por sus cosechas en cultivos como maíz, arroz, trigo harinero, y frijol, y leche.

En Lázaro Cárdenas y otros municipios costeros, cuatro mil 117 pescadores michoacanos reciben directamente recursos económicos en apoyo a su actividad, afectada por la pandemia y el aislamiento.

El presidente también informó que bajo el programa Sembrando Vida, está en proceso la plantación de 25 mil hectáreas con árboles frutales y maderables, lo que significa trabajo permanente para 10 mil sembradores que recibirán un jornal para cultivar sus parcelas, ya sean ejidales o pequeña propiedad.

Luego se refirió al magisterio, ese importante sector laboral y formativo, que hace un año fue abandonado por el gobierno de Silvano Aureoles Conejo, por considerarlo una carga económica excesiva. “Tengo también que agradecer al magisterio de Michoacán por su apoyo, por su respaldo. Han actuado de manera responsable y han sabido corresponder a lo que se ha hecho a favor de la educación pública”, comentó inicialmente López Obrador.

Al hablar de la continuidad en las labores del magisterio y educativas en Michoacán, comentó que, en forma sostenida, durante un tiempo “… hubo mucha inestabilidad; ahora los maestros, las maestras, las autoridades municipales, estatales, el gobierno federal, las madres, padres de familia nos estamos entendiendo para que mejore la educación”.

De esta manera, muy sutil y políticamente correcto, sin confrontación evidente, Andrés Manuel López Obrador habló claro del tema educativo, y relató la forma en que se hizo cargo del sector y de los pagos, incluso cuando el gobernador Aureoles Conejo acudió a la justicia para deshacerse del compromiso con el magisterio, y con la niñez michoacana, debido a la insolvencia funcional de su propio gobierno.

El presidente también habló de los créditos y acciones para apoyar la economía popular con una derrama de más de 400 millones de pesos, durante la pandemia.

La situación de la pandemia y los servicios de salud, fueron temas relevantes. En Michoacán se atiende a todos los enfermos por la pandemia del coronavirus. Confirmó que los hospitales aquí y en el país, no se han saturado, debido a las acciones emergentes de contención de la enfermedad. Y que aún está disponible, 50 por ciento en la capacidad de camas, equipos y especialistas.

AMLO agradeció a los médicos, enfermeras, y a todos los trabajadores del sector salud, “… que están aplicándose a fondo, que están poniendo en riesgo su vida por salvar la vida de los demás. Es heroico lo que han hecho…”.

Y sin mayor referencia al gobernador Silvano Aureoles y a sus desplantes mediáticos, el presidente Andrés Manuel López Obrador concluyó con una promesa que ha sido realidad sostenida desde que asumió el mando del gobierno civil y el comando supremo de las Fuerzas Armadas Mexicanas: “Vamos a seguir apoyando a Michoacán… (y) jamás vamos a traicionar al pueblo”.

Silvano Aureoles

Antes del presidente, el gobernador Silvano Aureoles, con su ya característico tapabocas, había recibido cordialmente y hasta sumiso, al presidente de México: “Presidente, siéntase, como siempre, en su casa, en este estado que lo recibe siempre con mucho gusto”.

Aceptó que hoy vivimos una época nueva, una época diferente con un virus que “… llegó para quedarse”.

Luego habló del reto institucional en materia de seguridad pública, al que hay que hacer frente “… coordinados, unidos, gobierno federal, gobiernos estatales y gobiernos municipales y desde luego la sociedad”. Confirmó que hasta ahora, existe una coordinación muy estrecha con los mandos, con los comandantes de las dos zonas militares del estado, y de la Décima Zona Naval con sede en Lázaro Cárdenas, lo mismo que con el resto de las instituciones. 

Hasta ese momento, con un discurso calculado y correcto, el gobernador había mantenido la cordura. Luego mintió. Sí, afirmó que en Michoacán “… la mayoría de los delitos van a la baja, después de una larga crisis que vivió Michoacán de inseguridad, de ingobernabilidad”. Sostuvo que con la presencia del Ejército y la Marina “… se logró regresar a la estabilidad y al orden, tarea que seguimos haciendo de manera coordinada”. Pero eso no es cierto. Hoy, a pesar de la presencia activa del gobierno de la república y sus instituciones, aún operan aquí, y se han fortalecido grupos delincuenciales. Incluso estarían metidos en muy diversas actividades económicas como la minería, la producción agropecuaria y la explotación forestal ilegal, por señalar algunas.

Para sustentar la visión de un Michoacán pacífico y seguro, Silvano solo reportó que se han realizado 250 reuniones de seguridad del llamado Grupo de Coordinación, en Morelia y en 10 regiones, pero no manejó un solo dato estadístico, para corroborar que los delitos y los homicidios vayan a la baja. ¡Ni uno solo! De hecho, no tuvo más remedio que dar el pésame al general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, por el asesinato de un marino y un elemento de la Guardia Nacional, emboscados en Chinicuila, en la sierra de Coalcomán apenas el 7 de junio pasado.

Silvano Aureoles dejó claro que el león no es como lo pintan: en la casa de los militares, en el nuevo cuartel de la Guardia Nacional en Morelia, frente al presidente Andrés Manuel López Obrador, el envalentonado gobernador de Michoacán bajó la cabeza, y el tono beligerante de su discurso, característico en sus encuentros con medios locales y en sesiones de la Conago, para aceptar, ante todos: “… a mí me parece una decisión acertada la creación de la Guardia Nacional. Tengo yo mucha fe y esperanza en que esta gran institución, apoyada de manera unánime en el Congreso y con un gran amplio y respaldo de la gente va a ser el principal instrumento para la pacificación y la estabilidad del país. Hay que cuidarla, hay que cuidar a la Guardia Nacional para que madure, para que se fortalezca y con ello pueda cumplir la misión que tiene encomendada”.

Y como la valentía es cosa solo de hombres y de mujeres no ordinarios, el gobernador, allí, frente al presidente Andrés Manuel, -quien siempre le ha tendido la mano-, y en presencia de los más altos mandos nacionales de seguridad -a quienes acude para paliar la deficiencia funcional de sus propias dependencias policiacas estatales-, Silvano Aureoles prefirió el discreto, pero revelador silencio. Sí, optó por omitir mención alguna sobre el recurso de controversia constitucional contra el decreto que emitió el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 11 de mayo para ordenar y normar las actividades de soldados y marinos en tareas de seguridad pública hasta el 2024. Dicho recurso legal de número 87/2020 fue presentado el pasado 12 de junio ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por parte del Consejero Jurídico del Poder Ejecutivo de Michoacán, Víctor Lenin Sánchez Rodríguez.

Pero el gobernador no solo calló. Se deshizo en elogios para los mandos superiores de seguridad: “… debo destacar la extraordinaria coordinación que tenemos con el general Mondragón, coordinador de la Guardia Nacional en Michoacán; agradecerle a mi querido paisano, el general Rodríguez Bucio que nos haya enviado a un extraordinario elemento a coordinar la Guardia y estamos trabajando muy de cerca”. Y reiteró “… toda mi disposición, pero además mi compromiso para seguir trabajando juntos”.

¡Y no era para menos! En su conferencia de prensa, quiso matizar el tema de la controversia constitucional, pero su imagen mediática de hoy, ya estaba definida. Y es que este acto, para nada fue parecido al de principio de mes, en Tequila. Aquí no estuvo su amigo el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez, para festejar las ocurrencias de los gobernadores en disenso. Ni el “bronco” Jaime Rodríguez Calderón de Nuevo León. Y menos el atemorizado gobernador guanajuatense Diego Sinhué Rodríguez Vallejo. Ninguno de ellos estuvo aquí, como para que Silvano se sintiera cómodo. Solo acompañaron al presidente de México, el Dr. Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana; el general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional; la Dra. Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación; el almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina; el comisario general Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional; y el comisario Fidel Mondragón Rivero, coordinador estatal de la Guardia Nacional. Solo ellos, y ella.

La inauguración del cuartel terminó. Un helicóptero de la Marina tomó vuelo. Los mandos de seguridad regresaron a la convulsionada Ciudad de México, que tuvo un amanecer difícil por el ataque al secretario de Seguridad Omar Hamid García Harfuch. El gobernador se disolvió en el acto. El presidente de México abordó una camioneta blindada oscura, con otra de escolta, y también regresó a casa. También dejaron el sitio los “gobernables” Roberto Pantoja, Raúl Morón, y Cristóbal Arias. La colonia Villas del Pedregal, con el cuartel de la Guardia Nacional ya en operación, no será la misma.

En el ajetreo del acto concluido, una experimentada reportera de la fuente presidencial comentó en confidencia a una persona desconocida… “Perro que ladra, no muerde”. Los presentes que escucharon, sonrieron con complicidad. Las palabras tienen sentido, a la luz de lo que se vio y escuchó aquí, este día.

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