Metapolítica
Morelia, Michoacán.- La polémica la inició el Financial Times:
la cifra de muertes por el coronavirus en México era mucho mayor a la reportada por las autoridades.
El medio estadounidense citó al menos dos estudios independientes que señalaban que el conteo real en México debía registrar miles de decesos más.
La conclusión: México ya tiene más muertos que España y Francia.
Un día después, la respuesta:
“no se pueden comparar dichas cifras dada la cantidad de población en México y en esos países. Por cada muerto México, hay tres en España”.
Lo dijo el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
¿Quién tiene la razón? Ambos. O ninguno.
Según Raúl Rojas, matemático de la Universidad Libre de Berlín, México oculta las cifras de COVID-19.
“Debido a un retraso sistemático en la captura de datos, el número de contagios diarios que anuncien debe ser multiplicado por el factor 1.3”, dijo a El Universal el pasado 9 de mayo.
Pero fue más allá. “Hay además un retraso en la captura de los datos sobre fallecimientos que puede ser de casi un mes. En este caso, el factor para multiplicar es de 1.4”.
Finalmente, dijo, hay subregistro de actas de defunción, por lo que solo un cuarto de los decesos son considerados y registrados a causa del COVID-19. Para resolverlo, el factor por el que las personas tendrían que multiplicar las cifras sería de 2.8.
Según las cifras anteriores, en México no habría 30 mil 66 muertos hasta la tarde de este domingo, sino poco más de 84 mil. El periódico Latinus —opositor abierto a AMLO, polémicas incluidas— sitúa el cálculo en alrededor de 78 mil.
Pero el asunto se complejiza si se cita además a los creadores de la escala de medición de la Universidad John Hopkins, considerada hoy la más confiable y convertida en referencia en todo el mundo.
Una reciente investigación del portal Infobae establece que
“no hay ninguna norma internacional que unifique los criterios sobre cómo contar los contagios y las muertes, por lo que cada país usa su propia metodología que a su vez puede ir cambiando o ser revisada. Ello altera no solo las cifras nuevas, sino que al ser retroactiva obliga a cambiar el trabajo anterior”.
Es decir: al menos dos fuentes distintas aseguran que en México las cifras pueden ser erradas o falsas.
¿El detalle? Nadie puede asegurar que las cifras en otros países sí son correctas.
“Metodológicamente, lo más consistente ha sido la inconsistencia” agrega el portal, citando a los creadores del conteo de John Hopkins. “No solo las estrategias de datos varían de país en país: dentro de EEUU, cambian de estado a estado e incluso entre condados vecinos. La falta de información reportada por algunas autoridades (como el detalle de la zona, las etnias de los pacientes, edades o el uso de planes médicos) puede invisibilizar a muchas comunidades severamente afectadas”.
En resumen, las cifras oficiales de coronavirus en todos los países del mundo quedan, básicamente, al arbitrio de las autoridades o al cálculo de especialistas basados, en principio, en los reportes de esas mismas autoridades.
En el mundo la situación es similar. Reportes recientes grafican la desconfianza general en Sudamérica (específicamente en Chile); o en países como España; China o Estados Unidos.
A la luz de los hechos, una cosa es clara:
Cualquier especulación en cualquier país, tanto en favor como en contra de las versiones oficiales, tiene mucho de imaginación y poco de sustento.
Al parecer la pandemia de incredulidad también afecta al mundo.