Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El hecho había permanecido oculto, peor explotó esta semana.
Daniel Prude, afroamericano de 41 años, murió luego que agentes de la policía de Rochester, en Nueva York, le detuvieran, le cubrieran su cabeza con una capucha y le presionaran el rostro contra el pavimento durante dos minutos.
Ocurrió el pasado 23 de marzo, antes incluso del paradigmático caso de George Floyd. No se había hecho público, pero esta semana su familia decidió mostrar los videos del suceso en lo que parece un nuevo acto de violencia policial.
Daniel Prude trabajaba en un almacén en Chicago y era padre de cinco hijos. Antes de su muerte estaba de visita en casa de su hermano. murió el 30 de marzo, una semana después de ser detenido. Los oficiales involucrados en el suceso todavía están de servicio.
En Estados Unidos se vive hoy una pesadilla racial, exacerbada por un presidente abiertamente racista como Donald Trump. Las tensiones resurgieron en las últimas semanas después de que el pasado 23 de agosto Jacob Blake, otro afroestadounidense, recibiera siete impactos de bala en la espalda y quedara paralizado durante un arresto en Kenosha, Wisconsin.
Un caso que se sumó al de Floyd, y que ahora tiene un nuevo antecedente.
En Estados Unidos se vive hoy una pesadilla racial, exacerbada por un presidente abiertamente racista como Donald Trump.
Pero no son los únicos. El candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, pidió la semana pasada que también se juzgara a los agentes policiales involucrados en el caso de Breonna Taylor, una afroestadounidense que murió tras recibir ocho disparos el 13 de marzo luego de que la policía ingresara a su apartamento en Louisville, en el estado de Kentucky.
Las imágenes
Las imágenes, obtenidas de la cámara corporal de la policía, muestran a Prude desarmado y arrodillado sobre el pavimento antes de que los agentes lo presionaran contra el suelo. Está desnudo. Los policías le ordenan que se tumbe en el suelo y ponga sus manos a la espalda, y el obedece de inmediato.
Luego se le ve agitado, y maldice a los agentes que lo rodean en varias ocasiones. También escupe, pero no parece ofrecer ninguna resistencia física. Prude dice que tiene coronavirus y los agentes le colocan una “capucha antiescupitajos”, gorros de tela de malla que suelen utilizarse en Estados Unidos para evitar que los sospechosos escupan o muerdan a los agentes policiales.
Un agente presiona con ambas manos la cabeza del Prude y le dice: “Deja de escupir”. El hombre deja de retorcerse, y uno de los agentes dice: “Tiene mucho frío”. Más tarde llega una ambulancia, los médicos tratan de reanimarlo y lo suben al vehículo a las 3:27 am, 11 minutos después de que la policía llegara a la escena.
Prude sobrevivió una semana con ayuda de soporte vital hasta que fue desconectado el 30 de marzo.