América Juárez Navarro
Morelia, Michoacán.- No hay ilegalidad alguna en el contrato de arrendamiento suscrito por la Universidad Politécnica de Uruapan, representada por su entonces rector Víctor Bravo Lara, y un particular.
Así lo aseguró el subsecretario de Educación Francisco Luis Sánchez Alonso.
Se trata de un comodato que otorgó por 20 años el uso de un terreno de 12 hectáreas de la Universidad Politécnica de Uruapan para la producción y aprovechamiento de aguacate.
A decir del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, es un contrato en desventaja. Y la Auditoría Superior de Michoacán asegura que es ilegal. Sin embargo, el funcionario de la Secretaría de Educación consideró que no es ilegal pues la Universidad cuenta con autonomía para decidir.
“Sí, en todo momento claro que es legal. Finalmente las instituciones como organismo autónomo descentralizado tienen personalidad jurídica propia y personalidad propia, y su decreto de creación lo faculta para la firma de convenio. No es una renta, fue que ya se desistió la persona que ya iba a trabajar”, dijo.
Una de las cláusulas del contrato refiere: “se otorga en arrendamiento de 12 hectáreas de terreno de la universidad, para uso exclusivo de siembra, cultivo, producción y aprovechamiento de árboles frutales de aguacate, mismo que tendrá una duración de 20 años y por lo cual se cubrirá a favor de la Universidad politécnica de Uruapan la cantidad de 650 mil”. Por ello el CPC presentó una denuncia.
“Fue un contrato en comodato para que se desarrolle la plantación de aguacate en los terrenos que no van a a ser utilizados por edificios en el desarrollo posterior de la institución para la carrera de Agroindustrias, en beneficio de los estudiantes de la carrera. Eso es una firma de comodato, pero finalmente la persona que iba a trabajar en ello se desistió por no haber las condiciones para hacerlo y no continua el proceso.
“No hay corrupción, ahí no hay ningún proceso. La Junta Directiva en todo momento estuvo estudiando la posibilidad de diferentes proyectos para desarrollar en esos terrenos”, dijo.
Justificó que existen instituciones que nacieron dentro de huertas de aguacate y tienen contratos firmados con productores que avala la Junta Directiva, y eso trae beneficios a la institución. Así se han desarrollado proyectos productivos de emprendedurismo, aunque en este caso admitió que los jóvenes no estudiarían en la huerta de aguacate.
Finalmente, explicó que eran cinco o seis las hectáreas que estaban autorizadas después de que hubo ese proyecto marco, pero finalmente el particular optó por no participar en este espacio.
