Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Un giro a la derecha. Es la única manera de interpretar los recientes nombramientos en el Poder Judicial de estados Unidos, a casi una semana de la trascendental elección presidencial.
La ultima designación fue la de Amy Comey Barrett, quien ya es juez del Tribunal Supremo. Católica de 48 años, ha dado una pronunciada mayoría a los conservadores en la más alta instancia judicial del país.
Una mayoría que podría durar décadas.
El Tribunal Supremo es el tribunal de mayor rango existente y cabeza del Poder Judicial federal de los Estados Unidos. Asuntos como la discriminación racial, el aborto, la pena de muerte, o la tortura en Guantánamo, han sido decididas y reguladas por el él.
Y el actual balance de fuerzas queda en seis jueces conservadores y tres más liberales (aunque el diario El País acota que uno de los conservadores, el presidente John Roberts, a veces vota con la “izquierda”).
El nombramiento de Barrett se dio en medio de polémicas, luego que el Senado la confirmara apenas a una semana de las elecciones y haya priorizado su caso sobretemas como la aprobación de un nuevo paquete de estímulo económico de 2,2 billones de dólares ante el COVID-19.
Y la polémica está instalada. Esta misma semana el Supremo debe decidir tres casos que afectan directamente a las elecciones:
una demanda interpuesta por el Partido Republicano del estado de Pennsylvania respecto de procedimientos electorales; una del Partido Demócrata de Wisconsin sobre el mismo tema, y una del Partido Republicano de Carolina del Norte sobre el tiempo que tendrán las autoridades para contar los votos. Las tres podrían incidir directamente en la elección presidencial.
Al parecer, en la antesala de la elección el partido republicano de Trump ya comenzó el blindaje.
Con información de El País