Metapolítica
Morelia, Michoacán.- Seis estados, 83 votos.
Son las cifras que terminarán por definir al próximo presidente de Estados Unidos.
En concordancia con las últimas horas de una de las elecciones más reñidas de la historia presidencial de Estados Unidos, hasta el momento las tendencias van casi igualadas:
Nevada, Wisconsin y Michigan para Biden; Pennsylvania, Carolina del Norte y Georgia para Trump.
Casi: los tres estados inclinados a Biden suman 32 votos, los suficientes para que el demócrata, hasta ahora con 238 sufragios, complete los 270 necesarios para llegar a la presidencia.
Una ecuación que dejaría fuera a Pennsylvania, cuyas proyecciones indicaban que los últimos conteos se inclinarían a Biden pero que los resultados solo estarían listos el jueves. Al parecer ya no será necesario esperar.
Las cifras pueden ser una buena noticia para Estados Unidos, no por el triunfo o derrota de uno u otro candidato sino porque evitaría la traumática experiencia de judicializar el conteo final de votos como ocurrió en el año 2000 (con George Bush y Al Gore). Una posibilidad que era la principal apuesta del hoy aún presidente, el republicano Donald Trump.
El argumento de Trump era simple. En Pensilvania ya se anunció que se seguirán recibiendo votos por correo durante unos días, modalidad que según Trump estaría en el corazón de una disputa político-legal que podría terminar definiendo quién será el próximo presidente. Una disputa que convenía al republicano: en este momento el Supremo Tribunal tiene seis integrantes con simpatía por su partido, contra tres del rival.
Pero no todo está dicho: aún podría haber novedades y cambios en la compleja geopolítica electoral propia de Estados Unidos.
En Pensilvania ya se anunció que se seguirán recibiendo votos por correo durante unos días, modalidad que según Trump estaría en el corazón de una disputa político-legal que podría terminar definiendo quién será el próximo presidente. Una disputa que convenía al republicano: en este momento el Supremo Tribunal tiene seis integrantes con simpatía por su partido, contra tres del rival.
En Michigan, Biden cuenta con el 49.3 % de los votos, frente al 49.1 % del actual presidente, el republicano Donald Trump. La diferencia es de apenas 10 mil votos, quedando aún el 10% por escrutar. Una incertidumbre completa.
En Wisconsin, en tanto, Biden lidera por apenas unas décimas: 49,57%, frente a 48,94% de Donald Trump, unos 20 mil votos de diferencia. Y queda un 5% por contar.
Un cambio en cualquiera de dichos estados devolvería nuevamente el protagonismo a Pennsylvania, el tercer estado “pendular” del “cinturón del óxido”.
Pero la historia aún no acaba ahí. Los estados de Nevada, y el propio Pennsylvania, anunciaron esta mañana que detuvieron el conteo de votos, y que solo se reanudaría mañana, o incluso el fin de semana. El argumento: el aumento del volumen de voto por correo a raíz de la pandemia por COVID-19. Una decisión que aumenta la incertidumbre.
Hasta ahora, lo único que el próximo presidente de Estados Unidos puede tener claro es que el final será infartante.