Por Patricia Padrón
Con un 54 por ciento de aprobación en el manejo de la epidemia de acuerdo al más reciente estudio de México Elige, Silvano Aureoles se mantiene en cifras positivas respecto a la efectividad de su gestión frente al COVID-19.
Tomando y aplicando medidas que incluso pueden ser poco populares, el mandatario michoacano no ha dado un paso atrás ni cedido en la lucha constante y frontal que busca salvar vidas y evitar el colapso de los hospitales.
De manera continua y sistemática, se revisa el comportamiento epidemiológico de la enfermedad a través del Comité de Crisis para la definición de acciones a aplicarse desde la comunidad, los sectores religiosos, empresariales y educativos, el objetivo es contener el virus para que los estudiantes puedan regresar a las aulas.
La efectividad del uso del cubrebocas para evitar la propagación de la enfermedad y que en Michoacán es obligatorio, le dio a Aureoles Conejo la razón después de que fuera duramente cuestionado; también México Elige determinó mediante un sondeo, que el 84 por ciento de la población confía en su efectividad.
En un estado donde la salud no fue prioridad durante años en los que los recursos para medicamentos e insumos fueron a parar al gasto corriente, el fortalecimiento de los Servicios de Salud impulsado en este Gobierno preparó, sin saberlo, al sistema para hacer frente a la epidemia.
Tan solo en lo que va del año, 36.6 millones de piezas de insumos han sido distribuidos en la red de unidades de atención, manteniendo un abasto histórico superior al 80 por ciento en las farmacias.
En pie de lucha se encuentra el personal médico. Atento y ocupado al Gobernador. Falta la corresponsabilidad social para que en esta época decembrina la dispersión del virus no dispare el número de contagios en la entidad, causando con esto, muerte y enfermedad.