Por: Humberto Urquiza Martínez
Con 10 partidos políticos en la competencia electoral, a la mitad del procedimiento para designar a los candidatos a gobernador, ayuntamientos y diputados, y después de un gran ruido mediático de un sinnúmero de “ciudadanos” que usaron espectaculares, espacios mediáticos virtuales, bardas y cualquier otra forma de comunicación, la difusión mediática y pública de los múltiples actores políticos, se apagó, desapareció.
Hasta antes del día 23 de diciembre pasado, y por más de 6 meses, nos acostumbramos a que, en los espacios públicos, estuvieran las fotos, nombres y frases de diversos ciudadanos y políticos, que deseaban ser vistos por la ciudadanía con un objetivo político muy claro, ser postulado para algún cargo público.
Durante ese tiempo, el debate de la ilegalidad de los actos de promoción personalizada estuvo presente, pero en nada ayudó a inhibir la clara intención de posicionamiento político de diversos personajes frente al proceso electoral.
Sin embargo, con el inicio de las precampañas, todo se apagó, desapareció todo tipo de difusión -es mayor el riesgo de violentar la ley-. Así, lo que hasta finales del mes de diciembre del año pasado, se veía como una marejada de difusión política, no fue así, y prácticamente son contados los precandidatos que están haciendo uso de la ley para difundir su imagen en su intento de ser postulado como candidatos a los diversos cargos de elección.
Empero, a finales del mes de enero, daremos paso a otro momento en el cual, los diversos modelos de comunicación política podrán ser usados por diversos personales interesados en la postulación como candidatos, sólo que ahora serán candidatos independientes, los cuales deberán de pasar por el proceso de respaldo ciudadano y en el cual podrán hacer difusión pública. Dicho procedimiento permite que las personas que pretenden competir por un espacio de representación popular, busquen el apoyo de la ciudadanía para ser candidatos sin que algún partido político los postule.
Ante ello, los respaldos ciudadanos requieren de la difusión pública, con el objeto de que los aspirantes puedan ser conocidos y apoyados por la ciudadanía.
Es por ello, que ante el nulo interés de los diversos precandidatos de los partidos políticos para difundir su imagen en un momento en el que la ley sí lo permite, quizá serán los aspirantes a candidatos independientes, los que hagan uso de esos espacios en las diversas plataformas de comunicación política, exhibiendo su deseo y expectativa de ser postulados como candidatos a los diversos cargos de elección popular.
Sin embargo, nada es seguro, el costo de la difusión es elevado, y ser aspirante a candidato independiente requiere de muchos recursos económicos, por lo que, es probable que se mantenga la tendencia de las precampañas al interior de los partidos políticos de no difusión pública, pero ahora en los aspirantes a candidatos independientes.
Ante dicho escenario, será hasta principios del mes de abril, en el que veremos, ahora si de forma segura, la difusión de la imagen de diversos candidatos dentro de las campañas electorales, en donde por dos meses la ley da exclusividad de promoción mediática a los candidatos de cada partido e independientes. Ello significa, por tanto, que de los 5 meses que restan antes de la elección, 3 estaremos sin tanta contaminación visual.
