Oscar Guerrero/Metapolítica
Morelia, Michoacán.- El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, se rehusó a emitir una disculpa pública por el caso Arantepacua, en respuesta a una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), tras asegurar que esta demarcación “es refugio de criminales”.
Para el mandatario estatal, la recomendación de la CNDH carecería de sustento, pese a estar basada en la identificación de cuatro ejecuciones extrajudiciales, 10 casos de tortura y 56 allanamientos ilegales registrados en Arantepacua, el pasado 5 de abril de 2017.
“Esa idea que traen de que debe haber una disculpa pública necesita estar bien sustentada, porque si no es aceptar tácitamente que el responsable fue la corporación (SSP), cuando ésta ha demostrado que en la comunidad hay refugio de grupos delincuenciales y que estarían atrás de la provocación”, comentó al momento de formar que el pasado 21 de enero se dio contestación a las recomendaciones de la CNDH.
Además de esta acusación, el gobernador dijo estar seguro de que, detrás del caso Arantepacua existirían intereses político-electorales, provenientes de familiares del senador Casimiro Méndez Ortiz.
“Está teniendo un manejo político-electoral y partidista, el que anda movidísimo detrás del tema es el hermano del senador Casimiro Méndez Ortiz, entonces hay que irnos con cuidado”, dijo.
Ante las declaraciones del gobernador, la CNDH constató que, durante una intervención de la Secretaría de Seguridad Pública en un conflicto agrario entre comuneros de Arantepacua y Capácuaro, en 2017, elementos de la Policía Michoacán partícipes en el operativo habrían incidido en torturas, allanamientos ilegales y ejecuciones extrajudiciales, por lo que se sugirió abrir una carpeta de investigación en la Fiscalía General del Estado (FGE).
