Metapolítica
Morelia, Michoacán.- José Luis González Quiñones. Es el nombre del joven que este lunes irrumpió en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador con el objetivo de dar a conocer su historia y recibir ayuda.
No se trata de un militar, como especularon miles de opositores al presidente. Tampoco fue ningún montaje. Se trató, según ya trascendió en medios nacionales como Reforma, de alguien que tiene dificultades para encarar su futuro laboral.
González Quiñones fue detenido el 18 de noviembre de 2017 por posesión de metanfetaminas. Entonces fue arrestado en posesión de narcóticos con fines de comercio, ya que poseía 15 bolsas con clorhidrato de metanfetamina con un peso neto de 1.61 gramos.
Esa misma vez se determinó que era “adicto o farmacodependiente al narcótico”. Y un año después fue sentenciado a 2 años de prisión y el pago de una multa de casi 4 mil 300 pesos. En noviembre de 2019 fue puesto en libertad definitiva.
También tenía antecedentes por alterar el orden en la vía pública en estado de ebriedad el 17 de enero de 2016 en Torreón, Coahuila. Y en agosto de 2007 fue detenido con apenas 18 años de edad por presunto robo a casa habitación.
González Quiñones burló la seguridad presidencial y se acercó hasta incluso tocar al presidente, quien prefirió mostrarse cauto. Pero ya obligó a la Presidencia a revisar los protocolos de ingreso al entorno inmediato de López Obrador.
Contrastan reacción
Este día el portal Sin Embargo contrastó la calma de López Obrador ante la asonada respecto de lo que en su momento hicieron Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en circunstancias parecidas.
“En 2006”, dice Sin Embargo, “cuando Fox se acercaba al final de su sexenio, un joven se volvió famoso por ponerle cuernos cuando el entonces Presidente posaba para una fotografía en un tutelar de menores.
“En ese momento no pasó nada con el muchacho, pero luego se difundió que no tenía que estar en un tutelar porque no era menor de edad. También se reveló que hasta usurpaba la identidad de uno de sus familiares. Se lo llevaron al reclusorio. Luego Fox dijo que eran amigos”.
Sobre Calderón el medio afirma que “en octubre de 2008 dos estudiantes lo increparon en el Palacio Nacional durante la entrega del Premio Nacional de Juventud. Los integrantes del Estado Mayor Presidencial (EMP) los aprehendieron y pusieron a disposición de las autoridades del entonces Distrito Federal. Lo único que habían hecho era gritarle ‘espurio’”.
Y sobre Peña Nieto recuerda que “le gritaron de todo pero de lejos, pues el priista andaba con escoltas hasta cuando corría la del Molino del Rey. Siempre detrás de vallas de contención. Siempre protegido. Nunca asomado por las ventanas de ningún lugar, con la sombra del baño de la Ibero en los hombros.
“En abril de 2018, por ejemplo, manifestantes lo llamaron ‘asesino’ en La Haya, Holanda, por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos. Él pasó de largo en su convoy”.
Con información de Reforma y Sin Embargo.
