El error político fue evidente, pero Alejandra Barrales decidió ingresar sin reparos en un terreno resbaladizo. La foto junto a Ricardo Anaya, en una confusa rueda prensa para hablar de las irregularidades de Nayarit, terminó en un riña de corrientes del PRD como era esperable.
Minutos después de terminar la presentación con el dirigente nacional del PAN, Barrales recibió un mensaje de texto de René Bejarano, líder de IDN, para quejarse porque no estaba de acuerdo con la convocatoria a una alianza con el PAN. También le dijo que estaba molesto porque no había sido consultado.
El mensaje fue un reflejo del alcance de los impactos que se podrían venir. Una de las tribus aliadas que la sostienen en la presidencia quedaba herida por su foto con Anaya. Aunque se encuentre disminuido, la corriente de Bejarano es clave para Héctor Bautista, que al parecer dejó elevar su enojo con AMLO, que lo viene amenazando con no armar alianza en 2018 si no baja a Juan Zepeda ahora.
La ruptura con Bejarano sería una catástrofe para Bautista y también para Mancera, cuya candidatura construye sobre este grupo de aliados en el PRD. Si IDN decidiera abrirse de este bloque, entonces la relativa mayoría en el Consejo Nacional quizás vuelva a manos de Los Chuchos, justo ahora que se viene la renovación de autoridades.
Por eso, apenas unas horas después de la conferencia de prensa, Barrales emitió un comunicado para desmentir lo que dijo ante los periodistas. “A fin de evitar una incorrecta apreciación de lo expuesto, me permito precisas que de ninguna manera la conferencia de prensa tuvo como fin preconfigurar ningún tipo de alianza hacia 2018”, escribió.
Muy tarde. No sólo los periodistas de todo el país reportaron ese anuncio, sino que incluso otras personalidades del PAN salieron rápidamente a apoyar esa ruta. Por ejemplo, nada menos que la presidenciable Margarita Zavala.
Regañada por las tribus del PRD, Barrales ahora dice que no pidió una alianza con el PAN
