- Mariana Rodríguez comenzó promocionado maquillaje, joyería y comida en redes sociales, y terminó anunciando al candidato a la gubernatura, Samuel García. A punta de likes, dice el diario El País, fue que ganó las elecciones…, el poder de los likes que los contrincantes del partido naranja ignoraron.
Metapolítica
Ciudad de México.- Lo que se dice es lo que se sabe: Samuel García, de Movimiento Ciudadano, ganó la gubernatura de Nuevo León, pero no gracias a sus promesas de campaña, sino a la gran influencia de su esposa Mariana Rodríguez en las redes sociales, que le ayudó a crear una campaña política a golpe de likes.
De acuerdo con el diario El País, Mariana Rodríguez revolucionó la política mexicana más que muchos otros actores políticos, ya que logró crear un gobernador con likes, lo que le permitió al candidato, mucho antes de que comenzarán las campañas electorales, ser beneficiado por la influencer, quien era capaz de movilizar a miles de seguidores que se transformarían en votantes.
Mariana Rodríguez Cantú, de 25 años, acumula más de 1.5 millones de seguidores en Instagram, donde comparte su día a día, y en Tik Tok, donde se hace llamar LaChavacana. acumula más de 100 mil seguidores.
Antes de las campañas, Rodríguez Cantú promocionaba maquillaje, joyería, ropa, comida, y más, por lo que sus ventas eran mayores a los 100 mil pesos. Pero eso quedó atrás cuando decidió hacer de la su vida con Samuel García un reality show.
“Fosfo, fosfo” es parte ya del habla popular en el noreste, que surgió cuando Mariana ignoró a su esposo en un video de Instagram para mostrar sus zapatillas de color naranja fluorescente. “Rodríguez sabía que lo importante no radicaba en las palabras de García anunciando los eventos del día, sino en mirar hacia otro lado, hacia lo banal, hacia lo absurdo, hacia el mismísimo origen del meme”, afirmó El País.
Sin embargo, todo eso fue ignorado por los principales contrincantes, Adrián de la Garza y Clara Luz Flores, porque no vieron la injerencia de la influencer en las campañas electorales.
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